¿Recuerdan la travesía de la pequeña Amal? Una marioneta de 3.6 metros de altura que asemejaba a una niña de 10 años refugiada, recorriendo el mundo para llevar un mensaje de empatía y solidaridad por todas las personas que se ven obligadas a abandonar sus tierras, sus aguas, en busca de una oportunidad de tener una vida digna y en paz.
Amal, nombre que significa esperanza en árabe, terminó su odisea en México en diciembre de 2023 después de recorrer 15 países. Su peregrinaje final comenzó en la frontera entre Tijuana y San Diego, el cruce fronterizo más transitado del mundo, apenas dos años antes de que el fenómeno migratorio comenzara un capítulo sin precedentes.
Según el Banco Interamericano de Desarrollo, América atraviesa por el proceso migratorio más grande desde que se tiene registro. La administración de Donald Trump ha prometido deportar a un millón de personas cada año y no se ha demorado en comenzar a cumplir su palabra.
Esta política no es nueva, ya que desde marzo de 2020 se han registrado casi 3 millones de deportaciones en la frontera que México y Estados Unidos comparten, según el Observatorio de Migración Internacional.
Esta situación plantea un desafío urgente para los países latinoamericanos: desarrollar planes integrales y efectivos de repatriación que reciban dignamente y abracen a sus connacionales deportados y solicitantes de asilo o refugio. Es esencial garantizar su derecho humano a la seguridad social, facilitar su traslado a sus lugares de origen y reconocer sus contribuciones culturales, económicas y laborales.
Ante la situación, México no da la espalda a los suyos; extiende los brazos y abre el corazón con la estrategia ‘México te Abraza’. Porque un país es más que su territorio: es su gente, sus raíces y su promesa de un hogar.
Esta iniciativa reúne a 34 dependencias federales, 32 entidades del país y las principales cámaras empresariales para recibir a quienes regresan con dignidad y calidez, ofreciéndoles alojamiento, alimentación y la certeza de que aquí hay un lugar para ellas y ellos. No es sólo un retorno, es una bienvenida. Una oportunidad para reconstruir sus sueños con acceso a programas sociales, seguridad, empleo y un techo seguro. Porque nadie debería sentirse extranjero en su propia tierra.
En América Latina, diversas iniciativas han surgido para apoyar a las personas en situación de movilidad. Por ejemplo, el Plan de Respuesta Regional para Refugiados y Migrantes se propuso en 2023 apoyar a 3.4 millones de personas en situación de movilidad humana. La Organización Internacional para las Migraciones, Naciones Unidas, organizaciones no gubernamentales, sociedad civil y sector privado se unieron para atender las necesidades humanitarias, la integración socioeconómica y la inclusión de las personas migrantes, refugiadas y en condición de asilo.
Fieles a nuestra misión de ser un espacio para el diálogo internacional, interdisciplinario y humanista, y conscientes de los retos presentes y futuros del tema, la Conferencia Interamericana de Seguridad Social será sede del Foro Internacional sobre Movilidad Humana y Seguridad Social, los próximos 19 y 20 de marzo. Serán dos días dedicados a la reflexión colaborativa y al intercambio de experiencias.
Este foro será un espacio para identificar las acciones, políticas y mecanismos necesarios para garantizar la seguridad de las personas en situación de movilidad, quienes requieren una atención prioritaria, integral y coordinada. Sobre todo, buscaremos encontrar la vía para que la protección social las arrope en su búsqueda de una vida mejor fuera de sus lugares de origen.
Hablar de movilidad humana es hablar de personas, de sueños que cruzan fronteras, de familias que buscan seguridad y de comunidades que se transforman con cada llegada y cada partida. No podemos ser indiferentes ante su realidad.
Les invito a unirse a este diálogo enriquecedor y a que, con nuestras aportaciones, construyamos juntas y juntos el bienestar de todas las personas de la región. Porque no sólo es un compromiso humano, es nuestro deber.