En marzo conmemoramos el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, el cual nos recuerda la importancia de que se impulse la inclusión de diferentes puntos de vista, ideas y conocimiento de expertas que hoy ya lideran múltiples industrias y sectores, dejando atrás las brechas de género que históricamente existieron en nuestras sociedades. Las energías renovables no son la excepción y estoy convencida de que la participación de las mujeres es determinante para lograr un futuro sostenible.
De acuerdo con el informe World Energy Transitions Outlook 2022 de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA, por sus siglas en inglés), para 2050 se prevé la creación de 40 millones de empleos en el sector de energía renovable a nivel mundial. La energía eólica también crecerá de manera significativa llegando a una generación de 6 millones de empleos a nivel mundial. Esto representa una oportunidad para impulsar las habilidades de una fuerza laboral más diversa y aprovechar la participación de las mujeres como agentes de cambio para acelerar la transformación energética en nuestro país y en el mundo.
Si bien la IRENA ha publicado que el sector de las energías renovables ofrece mayores oportunidades de empleo para las mujeres en comparación con la industria de los combustibles fósiles (el 32 por ciento de la fuerza laboral en renovables está compuesto por mujeres, mientras que en el sector petrolero y gasífero esta cifra es de 22 ppr ciento), aún queda camino por recorrer y la transición energética requiere del mejor talento disponible.
La igualdad de oportunidades para hombres y mujeres es crucial en un mundo que enfrenta numerosas crisis socioeconómicas y ambientales. Aunque muchas mujeres están a la vanguardia de las soluciones al cambio climático a través de la resiliencia e innovación al abordar los desafíos ambientales, es indispensable fortalecer la formación en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) desde edades tempranas, para que más mujeres puedan integrarse a la industria eólica, además de crear oportunidades de mentoría y liderazgo dentro de las empresas.
La energía renovable se ha convertido en una plataforma que impulsa iniciativas de inclusión y empoderamiento femenino, no sólo como integrantes de un sector que apuesta al futuro, sino también como agentes activos del cambio con soluciones para mitigar la pobreza energética, la desigualdad y la degradación ambiental fomentando modelos económicos que fomenten el cambio hacia la economía verde y una sociedad que amplifique las voces de las mujeres. Iniciativas como el Comité de Expertas de Energía Eólica de la AMDEE buscan precisamente abrir espacios de debate y colaboración para impulsar una transición energética justa e inclusiva.
En la Asociación Mexicana de Energía Eólica (AMDEE) reconocemos el papel fundamental que las mujeres desempeñan en el desarrollo de la energía limpia. Desde ingenieras y científicas hasta líderes de proyecto y tomadoras de decisiones, su participación en el sector eólico impulsa la innovación, la eficiencia y la sustentabilidad.
Quiero hacer un llamado a las empresas, instituciones y gobiernos a redoblar esfuerzos para eliminar barreras y promover la equidad de género en la energía renovable. La transición energética será justa y sostenible solo si garantiza la inclusión de todas las personas que pueden contribuir a su desarrollo.
El futuro de la energía es limpio, innovador y, sobre todo, diverso.