Como parte del refranero popular es común escuchar: “no hay quinto malo” como referencia a que lo mejor está por llegar. Para el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 5, este dicho no aplicará en lo inmediato. La gran brecha existente entre el estado de la situación y la meta no se reducirá al ritmo necesario para cumplir con la Agenda 2030. El ODS 5 es “Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas”. El objetivo tiene 9 metas y 13 indicadores. Entre las metas, todas referentes a mujeres y niñas:
• Poner fin a todas las formas de discriminación.
• Eliminar todas las formas de violencia en los ámbitos público y privado, incluidas la trata y la explotación sexual y otras.
• Reconocer y valorar los cuidados y el trabajo doméstico no remunerados y promover la responsabilidad compartida en el hogar y la familia.
• Asegurar la participación plena, efectiva y la igualdad de oportunidades de liderazgo en la vida política, económica y pública.
• Asegurar el acceso universal a la salud sexual y reproductiva y los derechos reproductivos.
La “brecha” en el contexto del ODS 5 se refiere a las disparidades y desigualdades que existen entre hombres y mujeres en diversos ámbitos, como la educación, el empleo, la salud y la representación política y el tiempo requerido para solventarla siguiendo las actuales tendencias. Ahora bien, ¿cuál es el avance?, ¿qué tan grandes son las brechas? Según datos de Naciones Unidas respecto a ODS 5, con la actualización publicada más reciente del 2023, el estado de la situación en el mundo es:
• Sólo el 15 % de los indicadores del ODS 5 están avanzando para cumplirse, el resto o está lejos (62%) o muy lejos (23%) de llegar a la meta.
• Siguiendo la actual tendencia:
o El matrimonio infantil se seguirá practicando durante 300 años más. Una de cada cinco mujeres que actualmente tienen alrededor de 30 años se casaron siendo menores de edad.
o El subsanar las lagunas de protección jurídica y eliminar las leyes discriminatorias requerirá de 286 años.
o La igualdad en posiciones de poder y liderazgo no llegarán antes de 140 años.
o La representación parlamentaria tardará aún 47 años.
• 2400 millones de mujeres en edad laboral no tienen las mismas oportunidades económicas.
• El 92% de los países tienen barreras jurídicas que impiden la plena participación económica de las mujeres.
La igualdad de género en temas laborales ayuda a reducir la pobreza, pues los hogares tienen mejores ingresos. Gracias a los ingresos, las mujeres invierten más en salud y prevención lo que propicia generaciones futuras más saludables y educadas.
Respecto a los indicadores económicos para México, el Censo de Población y Vivienda 2020 reporta que en el 68% de las viviendas el “hombre es el jefe del hogar”.
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo reportó que, para el tercer trimestre del 2024, las ocupaciones con más trabajadoras fueron: Comerciantes, ventas, dependientes con 6.5 millones. Por otro lado, en la misma encuesta, se reportan 2 millones de mujeres en cargos Directivos y Jefaturas que representan sólo el 38% de esas posiciones (los hombres ocupan el 62%). Considerando que la población económicamente activa de mujeres es de casi 25 millones, se aprecia una gran disparidad entre ocupaciones.
Complementando el tema económico, INEGI reporta otros indicadores que, aunque pendientes de actualizar (2017), esclarecen la situación que se vive en los hogares mexicanos: el 66% de las mujeres ha sido víctima de violencia de cualquier tipo; el 44% ha enfrentado agresiones del esposo o pareja actual o previa a lo largo de su relación, y 53% ha sido agredida por algún hombre distinto a la pareja.
Considerando que tenemos cerca la conmemoración del 8 de marzo, Día internacional de la Mujer, es buen momento para reflexionar y encontrar la convergencia que permita avance en el ODS 5:
• La base el ODS 5 es la igualdad, pensemos en los desafíos que se nos presentan al respecto tanto en lo personal como en lo profesional.
• Evaluemos justamente los avances, reconozcamos lo que ha funcionado de lo que no e implementos las mejores prácticas.
• Que las campañas y actividades del 8 de marzo, tenga el sentido de las metas del ODS 5.
Cuando las mujeres tengamos igualdad de oportunidades en la educación, el empleo, la toma de decisiones, el acceso a los servicios, entre otros y recibamos el respeto que como personas tenemos, se fortalecerá nuestra sociedad. Será una mejor sociedad, evolucionada, madura y responsable.
Trabajar hacia la igualdad de género no solo es justo, sino que también es una estrategia inteligente para construir comunidades más sostenibles y resilientes. Sí así ocurre podremos decir con toda seguridad: no habrá quinto malo. Y así posiblemente el 8 de marzo dejará de ser una jornada de conmemoración y para pasar a ser de celebración.