México únicamente cuenta con un aproximado de 2.4 días de almacenamiento de gas natural, lo que vuelve al país vulnerable ante una posible presión política por parte del presidente Donald Trump, señalaron especialistas consultados por El Financiero.
“En un lapso de siete años, Estados Unidos pasó de ser un proveedor irrelevante de GNL a ser el mayor del mundo, y ampliará su capacidad de producción en un 60 por ciento en la primera mitad de la segunda presidencia de Donald Trump”, según una estimación de BloombergNEF.
De esta manera, para finales de la década, casi uno de cada tres buques cisterna que transporten este combustible superenfriado tendrá origen en Estados Unidos, lo que le dará a Trump su mejor oportunidad de alcanzar el dominio energético prometido en su campaña, prevé el análisis.
“A principios del milenio, Estados Unidos tenía escasez de gas. Generaba menos del 15 por ciento de la energía del país, pero ahora duplicó con creces su producción de gas natural, a más de 100.000 millones de pies cúbicos por día, y ahora alimenta el 41 por ciento de la electricidad del país”, consideró BloombergNEF.
¿Qué tan importante es el gas natural para México?
En contraste, México depende del gas natural estadounidense, tan solo en 2024, el país importó 6 mil 408 millones de pies cúbicos diarios (MMpcd) de gas natural estadounidense, su mayor nivel histórico, mientras que la producción nacional ascendió a 4 mil 572 MMpcd, su nivel más bajo en los últimos 21 años.
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) consideró que el país es especialmente vulnerable ante esta situación, ya que más del 60 por ciento de la generación eléctrica depende del gas natural.
“La infraestructura de este combustible es esencial para la seguridad energética mexicana, sin embargo, México no cuenta con almacenamiento de este combustible, situación que nos deja en una posición de vulnerabilidad ante posibles interrupciones en el suministro”, apuntó el think tank.
En México solo se tienen tres tanques de gas natural licuado privados ubicados en las terminales de Altamira, Ensenada y Manzanillo, de acuerdo con el estudio “Gas Natural: aliado de la transición energética y promotor de desarrollo y prosperidad”, elaborado por el IMCO en alianza con la Asociación Mexicana de Gas Natural (AMGN).
México intentó ‘apostar’ por el gas natural
Aunque en 2018, la Secretaría de Energía publicó la “Política pública en materia de almacenamiento de gas natural” con el objetivo de facilitar el desarrollo de infraestructura de almacenamiento suficiente para que México contara con inventarios y reservas estratégicas y operativas de gas natural, no hubo continuidad a este proyecto.
“En ese momento, se estableció el objetivo de contar con cinco días de inventarios para el año 2026 con la demanda proyectada para 2029, lo que requeriría de una inversión de entre 428.3 y 2 mil 594 millones de dólares”, subrayó el think tank.
Eva Ribera, general manager en México de ContourGlobal, señaló que México tiene grandes reservas de gas natural, sin embargo, no las explota porque Estados Unidos vende el gas más barato del mundo.
“Todos los países necesitan almacenamiento de gas natural para garantizar la seguridad energética nacional, sin embargo, son inversiones que deben ser promovidas por el sector público, no solamente por temor a que nos cierren la llave, sino hasta por condiciones meteorológicas”, dijo.
Sergio Romero, VP regulación y asuntos públicos de Sempra Infraestructura, apuntó que el intercambio energético entre Estados Unidos y México es cada vez mayor, y que el país hasta se podría convertir en un hub mundial para reexportar gas natural proveniente de las cuencas del sur de Texas a Europa o Asia.
“Respecto a la política arancelaria del presidente Trump, creo que el tema energético no entra en esta lógica, ya que Estados Unidos es superavitario en energía, exporta más de lo que importa de México, el 70 por ciento del gas natural que se consume en el país proviene de allá”, dijo.
En tanto, Juan Acra, presidente del Consejo Mexicano de la Energía (COMENER) consideró que, ante este tipo de conflictos comerciales, el país debe trazar una hoja de ruta para reducir su dependencia del gas natural estadounidense.
“En Francia o EU tienen de 60 a 90 días de almacenamiento de gas, y aquí, prácticamente no tenemos, así que debemos relanzar nuestro modelo y reducir las importaciones”, subrayó.