El candidato presidencial chileno de derecha, Johannes Kaiser, dijo que actuaría con urgencia para reducir los impuestos y el tamaño del gobierno, en caso de resultar electo para dirigir una de las naciones más ricas de América Latina.
Kaiser dijo el martes que sus principales objetivos incluirían mejorar la competitividad de Chile y alentar a las empresas a invertir más en la economía.
“No nos podemos dar el lujo de hacer una política paulatina como está proponiendo nuestra competencia debido a que no va a tener el impacto necesario para echar a andar la economía de nuestro país y liberar las fuerzas vivas de nuestra nación”, dijo Kaiser.
Kaiser es diputado de la Cámara Baja y YouTuber, y ha pasado de ser un contendiente poco conocido a ocupar el segundo o tercer lugar en las encuestas para las elecciones presidenciales de noviembre. Se encuentra en una ola de pesimismo entre los votantes respecto a la economía y el temor al aumento de la delincuencia.
En una entrevista con Bloomberg, su asesor económico, Víctor Espinosa, afirmó que los planes también incluyen la privatización de la mayor empresa de cobre del mundo, Codelco, y las otras empresas estatales de Chile.
La primera vuelta de las elecciones presidenciales en Chile se celebrará el 16 de noviembre y, si es necesario, la segunda vuelta tendrá lugar el 14 de diciembre. Entre los candidatos están Evelyn Matthei de centro-derecha y Carolina Tohá de centro-izquierda.
Víctor Espinosa tiene en su escritorio una pequeña estatuilla de Javier Milei empuñando una motosierra, y un plan para Chile tan radical como las políticas libertarias del presidente argentino.
El asesor económico del candidato presidencial chileno Johannes Kaiser afirma que lograría un superávit fiscal en su primer mes de gobierno, recortaría los impuestos a las empresas, aboliría el impuesto a la herencia y a las ganancias de capital, introduciría un sistema de cupones para la educación y eliminará regulaciones.
En caso de obtener la presidencia, Kaiser pretnde modificar la Constitución para impedir que los futuros gobiernos vuelvan a subir los impuestos o añadan otros nuevos por 50 años, cambios que estarían protegidos por un aumento de la mayoría parlamentaria necesaria para reformar la carta magna, según Espinosa.