El plan del presidente Donald Trump de imponer nuevos aranceles a las importaciones para obligar a los fabricantes a trasladar la producción a Estados Unidos está generando una reacción escéptica de un público importante: los consumidores estadounidenses.
Según una encuesta de Harris realizada para Bloomberg News, casi el 60 por ciento de los adultos estadounidenses espera que los aranceles de Trump provoquen un aumento de los precios.
Alrededor del 44 por ciento dice que es probable que los gravámenes sean malos para la economía estadounidense, en comparación con el 31 por ciento que dice que serían un impulso.
Dentro del propio partido del presidente, muchos no están convencidos de su agenda comercial. Solo la mitad de los encuestados republicanos dijeron que los aranceles serían un beneficio económico.
La encuesta de Harris a 2 mil 121 adultos estadounidenses se realizó entre el 6 y el 8 de febrero y tiene un margen de error de 2.4 puntos porcentuales.
Si bien muchos de los gravámenes propuestos por Trump aún no se han promulgado, los hallazgos indican que sus planes de imponer una avalancha arancelaria corren el riesgo de tener una reacción política y que su mensaje sobre el tema no ha calado en muchos consumidores.
Trump se convirtió en el primer presidente republicano en dos décadas en ganar el voto popular. También arrasó en todos los estados clave, lo que se tradujo en un índice de aprobación de más del 50 por ciento cuando asumió el cargo en enero.
Si bien el índice se ha suavizado gradualmente durante el transcurso del primer mes de su presidencia, sigue siendo más alto que los niveles observados durante su primer mandato.
Trump recuperó la Casa Blanca prometiendo una nueva era de prosperidad y apelando al enojo por los aumentos de precios. Ha promocionado los aranceles como una solución no sólo para traer de vuelta los empleos industriales a Estados Unidos, sino para aumentar los ingresos del gobierno y compensar el costo de los recortes impositivos.
¿Cómo impactarán los aranceles de Trump a estadounidenses?
Loss economistas han señalado desde hace tiempo que los aranceles conducirán a precios más altos y a un crecimiento más lento.
Para los consumidores, que son el motor de la economía estadounidense, eso podría tener consecuencias notables: según el Instituto Peterson de Economía Internacional, los aranceles que Trump ya impuso a los productos chinos este año y amenazó con imponer a las importaciones de Canadá y México costarían a la típica familia estadounidense más de mil 200 dólares al año.
En la encuesta de Bloomberg News, alrededor del 61 por ciento de los adultos estadounidenses dijeron que habían notado un aumento en los precios de los alimentos en el último mes.
Si bien los precios de los alimentos, excluidos los huevos, solo aumentaron levemente en enero, el resultado de la encuesta sugiere que los consumidores aún perciben un entorno de precios desfavorable en el supermercado.
Gran parte de la preocupación de los economistas por los aranceles de Trump tiene que ver con la inversión empresarial: la incertidumbre sobre la política comercial estadounidense hará que las empresas suspendan sus planes de inversión y contratación de personal.
Pero los aranceles también podrían tener un efecto paralizante en el gasto de los consumidores, ya que los compradores suelen volverse más cautelosos ante la preocupación por el aumento de los precios.