Las amenazas arancelarias del presidente Donald Trump volvieron a impulsar al dólar la semana pasada, pero un grupo creciente de inversores está apostando contra el billete verde en medio de señales de que la economía estadounidense se está enfriando y por la preocupación de que una guerra comercial la debilite aún más.
En tanto, el peso mexicano se recupera ligeramente este lunes 3 de marzo, tras la apertura de los mercados en Asia y opera en 20.47 unidades por dólar.
El creciente coro de bajistas del dólar incluye a los gestores de activos Invesco y Columbia Threadneedle y al fondo de cobertura Mount Lucas Management. En Wall Street, Morgan Stanley y Société Générale están advirtiendo a los clientes de que la posición larga en dólares es una operación abarrotada que puede no sostenerse.
Están pasando por alto las oscilaciones diarias provocadas por los anuncios de aranceles y, en su opinión, la narrativa en torno al dólar no hace más que oscurecerse. En lugar de obtener apoyo de la perspectiva de que los gravámenes a las importaciones puedan reavivar la inflación y mantener elevadas las tasas de interés, ahora existe la preocupación de que toda la incertidumbre en torno a los aranceles corre el riesgo de socavar una economía que ya muestra signos de enfriamiento.
El resultado es que las expectativas del mercado de que la Reserva Federal recorte las tasas de interés se han intensificado, lo que ha reducido el atractivo del dólar. Y el aura de excepcionalismo económico estadounidense que apuntaló el aumento del 7.1 por ciento del dólar el trimestre pasado se está atenuando a medida que los inversores reflexionan sobre las políticas internas y externas de Trump, que incluyen esfuerzos por recortar los gastos federales y la ruptura de un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania.
“No creo que pueda hacer subir mucho más el dólar, porque está muy caro”, dijo Kit Juckes, jefe de estrategia cambiaria de SocGen en Londres. “Pero, ¿puede hacerlo bajar? Absolutamente, puede, si daña la economía estadounidense”.
Peligro de mercado
La principal moneda de reserva del mundo está ahora casi un 2 por ciento por debajo del pico postelectoral que alcanzó antes de la investidura de Trump, en medio de una ola de riesgo que también impulsó las acciones y los rendimientos de los bonos del Tesoro.
La semana pasada, se puso de manifiesto el peligro de apostar a la baja en el dólar en el contexto actual. El billete verde subió el jueves, reduciendo su caída de febrero, después de que Trump dijera que los aranceles del 25 por ciento a México y Canadá entrarían en vigor el 4 de marzo. También dijo que impondría un impuesto adicional del 10 por ciento a las importaciones chinas.
La moneda estadounidense amplió sus ganancias el viernes, tras un acalorado intercambio entre el presidente Trump y el ucraniano Volodímir Zelenski, que llevó al colapso de un acuerdo de paz con Rusia y un posible acuerdo sobre minerales críticos. En una entrevista después del altercado en la Oficina Oval, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, reiteró que es probable que los aranceles generen ingresos sustanciales.
Sin embargo, el renovado interés por la defensa europea podría acabar impulsando las monedas de la región frente al dólar. El euro se fortaleció en las primeras operaciones asiáticas del lunes, cuando los líderes europeos se reunieron para discutir los aumentos del gasto en defensa y la seguridad de Ucrania tras un posible cese del fuego mediado por Estados Unidos. El zloty polaco y el leu rumano también subieron junto con sus pares escandinavos ante las expectativas de que un mayor gasto pueda impulsar el crecimiento en la región.
“Más allá de su impacto geopolítico, esta iniciativa brinda tranquilidad a los mercados al reducir la incertidumbre y reforzar la confianza de los inversores”, afirmó Eli Mizrahi, socio gerente de Targa 5 Advisors, en Ginebra. “Un marco de seguridad sólido y duradero para Ucrania puede ayudar a respaldar la resiliencia económica y la estabilidad a largo plazo en Europa”.
El entusiasmo se desvanece
Los inversionistas recibieron un recordatorio, la semana pasada, de los vientos en contra que enfrenta la economía estadounidense, ya que las ventas de viviendas pendientes, en EU, cayeron a un mínimo histórico y las solicitudes de desempleo aumentaron al nivel más alto del año, en parte debido a los anuncios de recortes de empleo en las agencias federales.
“Durante un tiempo, el mercado solo valoró el lado positivo” de las políticas de la administración, dijo David Aspell, codirector de inversiones de Mount Lucas, que tiene mil 700 millones de dólares bajo gestión. “También es necesario valorar plenamente las cosas que están tratando de hacer y que van a ser negativas para el crecimiento”.
El fondo tiene posiciones cortas en dólares frente a sus pares, incluida la libra y el peso mexicano, a medida que se desvanece el entusiasmo postelectoral sobre el crecimiento estadounidense.
Invesco pasó de sobreponderar el dólar hace unas semanas a infraponderarlo, debido a datos mejores de lo previsto provenientes de Europa.
El retroceso de la moneda estadounidense desde su máximo reciente les recuerda a los estrategas de Morgan Stanley el comienzo del primer mandato de Trump en 2017. En aquel entonces, la moneda se desplomó después de que asumió el cargo, revirtiendo una recuperación que siguió a su victoria electoral en noviembre de 2016.