El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, planea otorgar exenciones y flexibilizar algunas de sus políticas arancelarias más estrictas, especialmente para fabricantes de automóviles, acero y aluminio, así como implementar un enfoque escalonado para los gravámenes impuestos a China.
De acuerdo con medios internacionales, esta decisión viene después de intensas presiones del sector automotriz y advertencias de diversos ejecutivos sobre el impacto negativo que múltiples capas de aranceles tendrían en la industria estadounidense.
Fuentes cercanas al proceso informaron al Financial Times que el presidente planea eximir a las autopartes de los aranceles impuestos a las importaciones provenientes de China, que fueron establecidos como respuesta a la producción de fentanilo, así como de los gravámenes sobre acero y aluminio.
Según las fuentes, se mantendrá el arancel del 25 por ciento sobre todos los automóviles fabricados en el extranjero, así como un gravamen separado del 25 por ciento sobre partes automotrices que entrará en vigor el 3 de mayo.
La revisión de los aranceles también incluiría cambios relevantes en las medidas aplicadas al acero y al aluminio, materiales cruciales para múltiples industrias manufactureras, no solo automotriz, sino de otras industrias estratégicas.
Negocian con China
En paralelo, la administración de Trump está considerando ajustes graduales a la estructura arancelaria contra China. Según reportó The Wall Street Journal, se estudia un modelo de “escalonamiento”, en el cual los aranceles podrían ubicarse entre el 50 y el 65 por ciento, muy por debajo del 125 por ciento anunciado en abril.
Esta reducción se aplicaría progresivamente durante un periodo de cinco años, con un enfoque diferenciado: productos considerados no esenciales para la seguridad nacional serían gravados con un 35 por ciento, mientras que los críticos enfrentarían un 100 por ciento.
Aunque el Secretario del Tesoro, Scott Bessent, afirmó que no habrá una “reducción unilateral” de los aranceles, dejó abierta la posibilidad de negociaciones.
Mike Spagnola, presidente y CEO de la Asociación del Mercado de Equipos Especializados (SEMA), destacó que la industria automotriz, especialmente de autopartes, necesita certeza a largo plazo para las inversiones.
“Debido a sus márgenes más pequeños y la necesidad de pagar por adelantado bienes y servicios, las Pymes se encuentran entre las más afectadas por los aranceles”, y explicó que los aranceles están ampliando los problemas de flujo de efectivo, retrasando pagos y reduciendo los inventarios.
Impulso a Bolsas
En este contexto, los mercados accionarios a nivel global exhibieron de nueva cuenta sólidas ganancias, que fueron alimentadas por la expectativa de que la disputa comercial entre Estados Unidos y China podría moderarse, así como por los comentarios del presidente Trump sobre no tener intenciones de destituir a Jerome Powell de su cargo en la Reserva Federal.
Particularmente, los principales índices accionarios de Nueva York avanzaron 2.50 por ciento para el Nasdaq, 1.67 por ciento más para el S&P 500 y el Dow Jones incrementó 1.07 por ciento.
Janneth Quiroz, directora de análisis económico y cambiario en Monex, destacó que este clima de calma implicaría el regreso de algunos inversionistas al mercado, y permitirá a las empresas contar con certeza sobre futuras inversiones.
Por su parte, Enrique López, analista en Actinver, mencionó que a pesar de que estas ganancias recientes son una señal positiva, no necesariamente implican un cambio de tendencia en cuanto a los riesgos de corto plazo.
En tanto, Mark Haefele, director de inversiones de Global Wealth Management, en UBS AG, destacó en un análisis que, si bien podría llevar algún tiempo, “la reciente escalada de ojo por ojo se retractará, y los aranceles entre EU y China se podrían situar en torno al 34 por ciento”.
Con información de Bloomberg.