En el marco de su recorrido por la capital del país, Ana María Ibarra Olguín, candidata a ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, sostuvo un encuentro con trabajadoras y trabajadores afectados por la disolución de la Ruta 100. En el diálogo, enfatizó la urgencia de construir una justicia que escuche a quienes han sido ignorados por años.
“La justicia no puede esconderse en tecnicismos para negar derechos. Su deber es ponerse del lado del pueblo”, expresó Ibarra, al recordar el caso de un extrabajador de Ruta 100 a quien se le negó inicialmente una pensión por supuestas fallas técnicas en la acreditación de su antigüedad.
Ana María explicó que, como magistrada, intervino directamente en ese caso, “a pesar de la postura de otros jueces que privilegiaron los obstáculos procesales, analicé la evidencia que efectivamente permitía reconocer su derecho a la antigüedad… finalmente, la pensión fue concedida”, puntualizó.
“No basta con aplicar la ley como un mecanismo automático. Hay que entender el contexto, reconocer las trayectorias laborales y actuar con sensibilidad social”, reiteró Ibarra, quien ha defendido sistemáticamente el derecho de los trabajadores ante barreras administrativas.
La candidata también lanzó una crítica al rumbo actual de la Suprema Corte: “La Corte debe alejarse de la política del tecnicismo como excusa para no defender al pueblo. No podemos seguir avalando una justicia fría, ciega al contexto y distante de quienes más la necesitan”.
Este caso, dijo, refleja el tipo de justicia que propone para la Suprema Corte. Una justicia con equidad, sentido social y responsabilidad institucional.