Hace once días, los líderes europeos se animaron cuando el presidente Donald Trump pidió un alto el fuego de 30 días en Ucrania y amenazó con nuevas sanciones a Rusia. Una llamada telefónica con Vladimir Putin el lunes reveló que esas esperanzas eran infundadas.
Tras dos horas de conversación con Putin, Trump anunció en redes sociales que Ucrania y Rusia iniciarían negociaciones inmediatas para un alto el fuego, posiblemente sin la participación de Estados Unidos. No hubo amenazas de sanciones, ni exigencia de un plazo, ni presión sobre el líder ruso.
Trump, tras el llamado de Putin, contactó a los líderes europeos, pero varios gobiernos ya estaban expresando su decepción. Tras meses sin lograr que Putin se acercara a la paz, temen que Trump esté cediendo en sus esfuerzos por poner fin a la guerra, dejando a Ucrania y sus aliados solos.
Un funcionario europeo, que pidió no ser identificado debido a conversaciones privadas, afirmó que los líderes temen que Trump se esté desvinculando de la iniciativa diplomática. Otro afirmó que Trump había dejado claro que no quería imponer más sanciones en esta etapa y que se retractaba de su propia propuesta de alto el fuego.
El funcionario añadió que los líderes de Kiev y otras partes de Europa no están de acuerdo con su plan de que Rusia y Ucrania dialoguen directamente.
Trump le está dando a Putin, acusan líderes europeos
Al obligar a Moscú y Kiev a negociar directamente un marco para las conversaciones de paz antes de que se establezca una tregua, Trump básicamente le está dando a Putin tiempo, según otro funcionario europeo familiarizado con las conversaciones del lunes.
La semana pasada, en Estambul, los negociadores rusos presentaron demandas maximalistas, incluyendo el reconocimiento internacional del control de Moscú sobre cuatro regiones ucranianas que las fuerzas de Putin no ocupan por completo y restricciones a la capacidad militar de Kiev.
“Hoy, parece que volvemos a un escenario a mucho más largo plazo, en el que Putin está ganando tiempo para sí mismo y su ejército”, declaró Kristine Berzina, directora general del programa Geostrategy North del German Marshall Fund en Washington. “Putin se ganó más oportunidades, y un alto el fuego y una resolución parecen cada vez más lejanos”.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, subrayó la falta de un plazo fijo para el alto el fuego. «No hay fecha límite, ni puede haberla», declaró a la prensa, según la agencia de noticias estatal Tass. «Está claro que todos quieren hacerlo lo antes posible, pero la clave está en los detalles».
Para aumentar la confusión en torno a la postura estadounidense, Trump declaró más tarde el lunes que Estados Unidos no se retiraba del conflicto, pero que estaba considerando hacerlo e incluso que había un “cierto límite”, que se negó a articular, al que se retiraría.
Tampoco descartó nuevas sanciones a Rusia ni nuevos envíos de armas a Ucrania, pero dejó claro que no estaba dispuesto a hacer ninguna de las dos cosas.
“Creo que algo va a pasar, y si no, simplemente me retracto y tendrán que seguir adelante”, dijo en la Casa Blanca. “Esta es una situación europea. Debería haber seguido siendo una situación europea”.