Durante años, el “excepcionalismo estadounidense” dominó los mercados, impulsado por el fuerte crecimiento económico de EU tras la pandemia y los extraordinarios rendimientos de las acciones de Growth y las “Magnificent 7”. Sin embargo, este enfoque en las tecnológicas estadounidenses pudo haber eclipsado los significativos cambios estructurales y las atractivas valuaciones en Europa y Japón desde 2022. Muchos se sorprenderían al descubrir que, al excluir a NVIDIA del índice S&P 500, tanto el índice MSCI Europe como el índice MSCI Japan han superado en rendimientos desde octubre de 2022.
El 2025 marca un cambio, con un renovado interés en mercados desarrollados fuera de EU por parte de muchos inversionistas que buscan diversificarse y reducir su riesgo de concentración en EU, que representa un histórico 65 por ciento del índice MSCI AC World. El índice MSCI EAFE ha superado al S&P 500 por un 16 por ciento en los primeros cuatro meses del año. La incertidumbre macroeconómica en EU, impulsada por recortes de gastos y aumentos de aranceles, ha generado volatilidad y una rotación hacia regiones con valuaciones más atractivas. Además, factores macro y microeconómicos están llevando a los inversionistas a cerrar la profunda subponderación en el índice MSCI EAFE.
En primer lugar, mientras EU enfrenta una desaceleración económica más marcada, otras economías desarrolladas muestran resiliencia ante aranceles y datos macroeconómicos que siguen sorprendiendo positivamente. Japón sigue transformándose tras la pandemia, con el fin de la inflación y tasas negativas. Después de crecer 0.1 por ciento en 2024, el consenso de Bloomberg espera que su PIB crezca 1.0 por ciento en 2025, apoyado por una mejora en la demanda doméstica. El crecimiento salarial, que ha subido un 3 por ciento anualmente desde 2023 y podría aumentar más este año, es un apoyo para el consumo. Junto con una inflación más alta, esto permite al Banco de Japón seguir normalizando las tasas de interés, con el mercado esperando que las tasas alcancen casi el 1 por ciento a mediados de 2027. En la Eurozona, se prevé un crecimiento del PIB del 0.8 por ciento en 2025, con mejoras en la confianza del consumidor y el sector manufacturero. Los recortes de tasas del BCE están creando un entorno menos restrictivo, mejorando las condiciones empresariales y mitigando el impacto de los aranceles. Además, el fin de la austeridad fiscal marca un cambio clave para Europa. El Plan para Rearmar a Europa, con 800 mil millones de euros comprometidos para los próximos cinco años, y planes de gasto en defensa e infraestructura en Alemania que representan el 12 por ciento de su PIB, transforman la perspectiva económica de largo plazo de la región.
Aunque el crecimiento económico en países desarrollados muestra resiliencia, siguen existiendo riesgos y ninguno está completamente inmune al impacto de los aranceles, que varía mucho por país y por tipo de bien. En 2023, las exportaciones a EU representaron solo un 4 por ciento del PIB de Japón, 3 por ciento de la Eurozona y 2 por ciento del Reino Unido. Sin embargo, países como Canadá están más expuestos, con exportaciones a EU representando el 20 por ciento de su PIB. Otros mercados desarrollados también podrían verse afectados por potenciales aranceles a productos específicos, como farmacéuticos en Europa, o automóviles en Canadá, Japón y Europa, además de semiconductores o cobre, por ejemplo. En un entorno desafiante con un flujo constante de noticias, negociaciones y exenciones, no es momento de navegar a ciegas y depender solo de inversiones pasivas. La gestión activa ayuda a identificar oportunidades entre los ganadores de la guerra comercial y a evitar empresas más expuestas.
La gestión activa también será clave para identificar aquellas empresas que se benefician más de la demanda doméstica y que presentan valuaciones atractivas. El índice MSCI AC World ex. EU aún presenta un descuento del 33 por ciento frente a EU, y casi todos los sectores mantienen un descuento superior al promedio de 25 años en comparación con sus pares estadounidenses. Estos fuertes descuentos ya no están justificados y se vienen cerrando, especialmente a la luz de los cambios estructurales en Europa y Japón.
En un mundo de alta incertidumbre política y económica, la diversificación no es solo una estrategia, sino una necesidad. Las acciones de países desarrollados, excluyendo a Estados Unidos, ayudan a equilibrar carteras de inversión excesivamente expuestas a EU y capturar nuevas oportunidades impulsadas por profundos cambios estructurales. Con sectores predominantes como Finanzas (22 por ciento del índice) e Industriales (18 por ciento), y una inclinación hacia el estilo Value (66 por ciento del índice), el índice MSCI EAFE proporciona una exposición distinta que contrasta con el enfoque Growth de Estados Unidos.