Dos aviones cazas KF-16 de Corea del Sur lanzaron por error ocho bombas MK-82 en una zona civil en un ejercicio conjunto con Estados Unidos, lo cual dejó a ocho personas lesionadas.
Las bombas de tipo MK-82 cayeron fuera de un campo de tiro, informó la fuerza aérea en un comunicado. Se disculpó y expresó su deseo de que las personas heridas tengan una pronta recuperación, y añadió que ofrecerá compensación y tomará todas las medidas necesarias.
La Fuerza Aérea surcoreana indicó que los aviones participaban en unas maniobras, la mañana de este jueves en tiempo asiático, en Pocheon, una ciudad cercana a la frontera con Corea del Norte.
Los proyectiles impactaron en el distrito de Idong-myeon, en donde resultaron siete edificaciones con daños de consideración, entre ellas una iglesia.
¿Cuál es el poderío de las bombas MK-82?
Luego del accidente, la Fuerza Aérea surcoreana lanzó un comité de respuesta, liderado por el subjefe del Estado Mayor Conjunto, identificado como teniente general Park Ki-wan, el cual investigará las causas y evaluar los daños, pues los misiles utilizados son de amplio poderío.
Las bombas involucradas, identificadas como MK-82, son dispositivos de gran poder destructivo utilizados para atacar infraestructuras como puentes y edificios.
Según datos militares recogidos por la agencia local de noticias Yonhap, una sola bomba puede generar un cráter de hasta ocho metros de diámetro y tiene un radio de impacto similar al de un campo de futbol.
¿Por qué habría ocurrido el bombardeo equivocado en Pocheon?
Un funcionario no identificado de la fuerza aérea dijo a reporteros locales que el piloto de uno de los KF-16 introdujo una coordenada incorrecta para un objetivo de bombardeo.
En tanto, otro funcionario no identificado del Ministerio de Defensa declaró a la prensa que hay que investigar más para determinar por qué el segundo KF-16 también dejó caer bombas en una zona civil.
En una conferencia de prensa televisada, el alcalde de Pocheon, Paek Young-hyun, calificó los bombardeos de “horribles” e instó a los militares a detener las maniobras en la ciudad hasta que se tomen medidas confiables que puedan prevenir una repetición de lo ocurrido, indicó que Pocheon, una ciudad de 140,000 habitantes, tiene tres campos de tiro principales para los militares surcoreanos y estadounidenses.
Park Seong-sook, una testigo de 70 años que no resultó herida en el bombardeo, dijo que pensó que “había estallado una guerra”.
“Fue un sonido muy fuerte”, afirmó, agregando que la dejó temblando de miedo.
Con información de AP y EFE