La semana pasada, en este espacio, comentaba la importancia de la comunicación abierta y constante con la pareja a través del money date. Te presento ahora un decálogo que combina reglas y sugerencias clave para lograr una reunión productiva, respetuosa y con altas posibilidades de éxito.
1.- Antes de la cita, ambos deben elaborar una lista con los aspectos que deseen examinar: gastos, deudas, planes de ahorro, inversiones, metas compartidas, entre otros. Ordenar estas prioridades permite que la charla sea más clara y evita divagar en asuntos secundarios.
2.- Para realizar una evaluación objetiva de las finanzas familiares, es fundamental contar con recibos, estados de cuenta o proyecciones que respalden el diálogo. Del mismo modo, revisar juntos las decisiones ayuda a corregir el rumbo cuando haga falta.
3.- Definir un límite de tiempo evita prolongar la reunión sin necesidad y, con ello, reduce el desgaste de la pareja. Además, es básico que cada uno llegue descansado, sin prisa y con un buen estado anímico.
4.- Vencer el miedo a descubrir qué algo anda mal y tener una actitud receptiva. Reconocer las áreas de oportunidad implica dejar atrás juicios y culpas.
5.- Crear un ambiente adecuado es esencial y asumir con seriedad el compromiso de asistir a la cita marca la diferencia.
6.- Hablar de dinero con frecuencia despierta inseguridades y temores. Por eso, al compartir las propias emociones, es imprescindible utilizar un lenguaje respetuoso y enfocado en lo que se percibe.
7.- Una vez tomadas las decisiones principales, es crucial dejar registro de ellas, ya sea por escrito o en formato digital, para consultarlas más adelante. Asimismo, conviene asignar a cada uno responsabilidades concretas.
8.- También es valioso destacar los progresos y metas alcanzadas, pues celebrar triunfos fortalece la motivación.
9.- A menudo, el dinero resulta un tema espinoso, y en ocasiones el acuerdo requiere más de una sola sesión. Reconocer que, en algunos casos, harán falta más reuniones o incluso asesoría profesional que permita manejar la frustración y mantener el diálogo abierto.
10.- El cierre de cada money date representa el inicio del siguiente. Agendar citas periódicas –mensuales, trimestrales o según convenga– asegura que ambos permanezcan alineados en sus objetivos y ajusten el rumbo ante cualquier desvío.
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