Todos recordamos un día hace un par de décadas, para ser más precisos, un 01 de julio del 2003, cuando un joven emprendedor decide fundar una empresa de autos eléctricos llamada Tesla.
Lo que no se recuerda tanto es que ese mismo año, incluso algunos meses antes, el 22 de enero para continuar con mi precisión, fue el día de la fundación de BYD en China. Siendo este año uno muy relevante para la historia automotriz, ya que estas dos empresas, casi gemelas, ahora son las dueñas del mercado eléctrico.
Así es, un mercado que quizá en ese 2003 no era tan relevante, pero que ahora en nuestro 2025 comienza a tomar seriedad. Ya han pasado más de 20 años de esfuerzos para transformar la industria automotriz de combustible a una eléctrica.
Definitivamente esta transición no es fácil, existen demasiados retos en el camino que se tienen que ir superando; pero bueno, finalmente, en la actualidad ya podemos decir con mayor certeza que el futuro del transporte es eléctrico.¿Y qué me hace pensar esto? Gran parte de los países comienzan a implementar restricciones para impulsar la industria eléctrica y, así, reducir la huella de carbono.
Según la Normativa de Emisiones de Vehículos de la Comisión Europea, se han establecido objetivos de reducción de emisiones de carbono para la industria automotriz que exigen un promedio por debajo de 95 g de CO₂ por kilometro para los turismos nuevos.
Así mismo, Statista señala que muchos países se han establecido objetivos oficiales para eliminar la venta de autos nuevos con motor de combustible interna. Por ejemplo, Noruega se ha planteado este año dicho objetivo; Canadá y muchos países europeos se lo han propuesto para el 2035. Por el lado de México, nuestra fecha es en 2040.
Derivado a este contexto, el dominio del mercado eléctrico está más caliente que nunca. Estados Unidos comenzó fuerte con Tesla, sin embargo, en los últimos años el dragón rojo ha pegado, y lo ha hecho con bastante fuerza.
Hoy por hoy, los chinos dominan el territorio, comiéndose más del 29% del pastel; gracias a empresas como BYD, AION, MG, y GMW, derivado a que el precio de los automóviles es escalofriantemente bajo en comparación a su competencia.
Además, no conformes con ser los líderes en la industria, también cuentan con un as bajo la manga, ya que China tiene el control de la cadena de valor.
Según la Agencia Internacional de la Energía, la presencia del magnate rojo en el procesado de los principales minerales habilitadores de las tecnologías limpias es intimidante, manteniendo un 87% en tierras raras, 65% en cobalto, 58% en litio, 40% en cobre, y 35% en níquel.
Evidentemente, Estados Unidos y la Unión Europea no quieren quedarse con los brazos cruzados y buscan la manera de cómo amortiguar la goleada que están recibiendo por parte de China, es ahí donde comienza la guerra comercial.
Estos países temen que si permiten entrar a los vehículos chinos a su mercado, desate una ola de despidos masivos y quiebras de empresas de la industria; por esta razón, han comenzado a defenderse a través de aranceles.
En el 2024 Estados Unidos ha colocado aranceles para China del 100% sobre los autos eléctricos, 50% sobre semiconductores, 50% sobre celdas solares, 25% sobre piezas de baterías, etc. Por el lado de Canadá, también ha impuesto aranceles del 100% sobre autos eléctricos y la Unión Europea del 45%.
Por el lado de China, definitivamente no les ha caído en gracia la noticia de ser masacrado con aranceles y advierte que podría tomar medidas de represalias, las cuales pueden golpear con fuerza al tener tanto poder en el procesado de los principales minerales que se ocupan para las energías limpias.
Naturalmente, al existir innovación, surgen este tipo de desacuerdos durante el proceso de transición y, definitivamente, la guerra no favorece a nadie, habrá que seguirles la pista a estos eventos, porque hasta a nosotros, en Monterrey, nos terminan salpicando.
Derivado a este tema de aranceles se aleja la posibilidad de la construcción de la planta de BYD en México. Pero bueno, lo importante es que hay salud.
El autor es profesor investigador FinTech del Tecnológico de Monterrey.
Correo: rodrigocaballero@tec.mx