¿Existe alguna organización hoy que no esté atravesando algún tipo de transformación? En un contexto marcado por cambios macroeconómicos, políticos, tecnológicos y sociales, las empresas están obligadas a adaptarse de forma constante para mantenerse competitivas y resilientes frente a la creciente incertidumbre.
No obstante, según McKinsey, cerca del 70% de las iniciativas de transformación no logran sus objetivos.
Una de las causas más frecuentes de este fenómeno es la falta de una comunicación clara, coherente y significativa sobre el propósito del cambio.
Para que una transformación sea efectiva, no basta con que los líderes la impulsen: es imprescindible que todos los colaboradores comprendan la visión, se sientan parte del proceso y entiendan el rol que desempeñan en él.
La transformación no ocurre en los planes estratégicos, sino en la acción cotidiana de las personas.
El Future of Jobs Report 2025 del Foro Económico Mundial advierte sobre una profunda reconfiguración del mercado laboral, impulsada no solo por la aparición de nuevos empleos, sino también por el cambio en las habilidades requeridas.
Aunque las competencias tecnológicas experimentarán el crecimiento más acelerado en los próximos cinco años, las habilidades humanas —como el pensamiento creativo, la resiliencia, la adaptabilidad y la agilidad— continuarán siendo altamente valoradas.
A esto se suma el fortalecimiento de capacidades clave como el liderazgo y la gestión del talento, fundamentales para asegurar la efectividad de cualquier transformación organizacional.
Desde esta perspectiva, cabe preguntarse: ¿cuál es el papel que debe asumir Recursos Humanos para asegurar transformaciones exitosas? Se proponen tres ejes estratégicos:
Conectar. Recursos Humanos tiene la responsabilidad de traducir la estrategia organizacional en acciones concretas, comprensibles y alineadas a todos los niveles. Este rol de conexión debe ser compartido con cada líder, quien debe apropiarse de su parte en la gestión del cambio.
Desarrollar. Anticiparse al futuro exige diseñar estructuras organizativas robustas, flexibles y orientadas al aprendizaje continuo. Esto implica identificar las competencias críticas, redefinir roles y responsabilidades, cultivar una cultura organizacional coherente con los desafíos actuales y mantener una comunicación permanente que favorezca la alineación y el sentido.
Balancear. Preservar el bienestar integral de las personas es una condición indispensable para cualquier proceso de cambio. Recursos Humanos debe seguir siendo la voz de los colaboradores en la toma de decisiones estratégicas, velando porque se consideren sus necesidades, motivaciones y contextos para lograr resultados sostenibles.
Las personas no son solo parte de la transformación; son el corazón de ella. Sin su compromiso, participación y sentido de propósito, cualquier esfuerzo de cambio carece de fuerza real y sostenibilidad.
Como reflexión final, vale la pena extender una invitación al Foro ERIAC 2025: People Leading Transformation. Será un espacio único para profundizar en los impactos macroeconómicos que afectan a nuestras organizaciones, explorar modelos de Recursos Humanos verdaderamente disruptivos, escuchar diversas visiones de negocio y sumergirse en las últimas tendencias tecnológicas.
En un mundo en constante cambio, el aprendizaje continuo se convierte en una habilidad esencial, y este foro representa una excelente oportunidad para seguir desarrollándola en comunidad.
La autora es Directora de Desarrollo Organizacional de AutoZone México. Con 20 años de experiencia, ha desarrollado una trayectoria en diferentes áreas de RRHH a nivel México y Latinoamérica dentro de la organización Johnson Controls y ahora en AutoZone. Es Lic. En Administración de Empresas y cuenta con una maestría en Administración con especialidad en Recursos Humanos por la U-ERRE.