México es un país con vocación turística debido a la multiplicidad de atractivos que posee, tanto por su biodiversidad y riqueza natural como por su patrimonio histórico y cultural, además de que su mejor activo es, precisamente, su gente, que en la mayoría de los casos posee un don natural para hacer sentir al turista extranjero como en su casa.
Sin embargo, todas estas ventajas competitivas y comparativas se desvirtúan, en mayor medida, por los gobernantes que, por culpa de políticas públicas fallidas, comprometen el futuro de la industria sin chimeneas y, por ende, acaban con la posibilidad de generar empleos, divisas y desarrollo regional.
Hay que recordar que, en la administración de López Obrador, desapareció el Consejo de Promoción Turística de México y con ello se dejó de contar con los recursos económicos para promover los destinos turísticos nacionales en el mundo, además de que se tuvo un secretario del ramo totalmente inoperante, como fue el caso de Miguel Torruco, quien se encargó de entorpecer la labor que hacían gobernadores y prestadores de servicios turísticos por el bien de esta actividad.
La actividad turística en México enfrentó el peor escenario del 2018 a la fecha, ya que no solo se padecieron políticas públicas erróneas, sino la ineptitud de funcionarios públicos, empezando por el mismo presidente de la República.
Con la aparición del Covid, en 2020, pues se terminó de complicar todo.
Ahora, con la llegada de Claudia Sheinbaum a la Presidencia, en algunos casos, se nombraron varios secretarios de Estado con capacidad, experiencia y probidad que han impactado positivamente en las áreas en donde fueron nombrados, como es el caso de Josefina Rodríguez, quien ha comenzado a corregir el desastre que le heredó Torruco al recomponer los lazos de comunicación y de trabajo coordinado con los gobernadores y sus secretarios de Turismo.
El resultado de esta conjunción de esfuerzos se ha notado y una prueba palpable de ello es el éxito alcanzado en la 49 edición del Tianguis Turístico celebrado en Baja California con diversas sedes en la entidad y con la participación de Estados Unidos.
A decir de la propia titular del ramo, el Tianguis 2025 dejó una derrama de mil 380 millones de pesos, merced a los negocios que se amarraron con los touroperadores internacionales en todas las ramas productivas vinculadas a la actividad turística.
Tan solo en Tijuana se tuvo una ocupación hotelera de 98%, mientras que en Rosarito fue de 95%.
Como participante de lujo a esta edición del Tianguis, estuvo Juan Ramón de la Fuente, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, quien instruyó a todos los embajadores y cónsules para que se conviertan en promotores de México y sus atractivos turísticos, que no solo tienen que ver con el producto de sol y playa, ciudades coloniales, arqueología, sino que también están la gastronomía, el turismo religioso, médico, de convenciones y toda una gama de experiencias únicas que brinda México al resto del mundo.
En esta edición del Tianguis acudieron, en promedio, más de 10 mil personas por día y participaron 773 comparadores de todo el mundo.
Desde luego, la actividad turística debe incorporar dos elementos valiosos; uno, la inclusión de las comunidades marginadas que paradójicamente viven en los lugares más bellos de México; y dos, la sustentabilidad, vista esta como un patrimonio eterno.
La explotación de los destinos turísticos sin orden, planes urbanos y sin respetar a la naturalezaes una de las principales causas por las que un destino fracasa en el mediano plazo.
Desde luego, nuestro país tiene múltiples escollos que inhiben el pleno desarrollo de la actividad turística, como la inseguridad pública, que impide que los flujos de turistas de América del Norte se incrementen y alcancen niveles que se daban en el pasado.
Los retos que enfrenta la presidenta Sheinbaum en esta materia tienen que ver precisamente con la participación de su gobierno en la conformación de un fondo de promoción turística que permita a México recobrar mercados de Asia, Medio Oriente y Sudamérica, aunque la prioridad son Estados Unidos y Canadá.
Ahora que el presidente Trump amenaza al mundo con los aranceles, México tiene la oportunidad dorada para apuntalar las actividades que generen divisas, empleos y desarrollo regional y en ello, el turismo debe ser la piedra angular para recobrar el camino del crecimiento económico y la inclusión social.
El Tianguis Turístico nació en Acapulco y luego de varias décadas se volvió itinerante para regresar el próximo año, en su quincuagésima edición, a este puerto para celebrar las bodas de oro y con ello impulsar el relanzamiento de este destino, que por antonomasia es una de las joyas del turismo mexicano.