Luego de que la Fiscalía General de la República (FGR) realizara la apertura del campo de adiestramiento del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), en Teuchitlán, Jalisco, madres buscadoras denunciaron que la Fiscalía convirtiera el rancho Izaguirre en recorrido turístico.
Los hechos ocurrieron el jueves 20 de marzo, cuando la FGR, a cargo del fiscal Alejandro Gertz Manero -quien no asistió a la reapertura-, abrió el inmueble en el que hace dos semanas el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco encontró numerosos restos óseos y cientos de prendas de vestir y objetos personales de jóvenes desaparecidos.
Durante la apertura del rancho Izaguirre, la Fiscalía permitió la entrada a decenas de familiares de personas desaparecidas y medios de comunicación quienes realizaron recorridos en el terreno con la esperanza de encontrar algún indicio que les permitiera tener alguna certeza de que su pariente estuvo en esa finca; sin embargo, terminaron su visita con las manos vacías.
“Todo esto fue un circo, nos utilizaron a todos nosotros para tapar muchas cosas, yo siento que ellos ya tenían previsto todo esto. Ya tenían organizado su circo, ya tenían planeado citar a la prensa de todos los estados para tapar la realidad de que no hay hornos, ni fosas”, expresó Patricia Sotero, integrante del colectivo Huellas de Amor, en entrevista con Azucena Uresti.
Según medios locales, muchas de las áreas de la finca, de casi una hectárea, estaban aisladas por cintas de seguridad donde se observaban pequeñas banderas entre la maleza en las que se leía “evidencia no tocar”, y algunas zanjas aún abiertas.
¿Qué pasó con las prendas de vestir de los desaparecidos en el rancho Izaguirre?
Mientras que en la bodega principal del rancho, donde semanas atrás el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco halló cientos de prendas de vestir, ya no había nada debido a que todos los objetos fueron trasladados a la sede de la Fiscalía de Jalisco, según explicaron activistas.
“Estaba todo totalmente limpio, parecía que fueron a barrer un terreno como para una fiesta, fueron a barrer a limpiar, no se ve como una escena de hallazgo, se ve una escena para una fiesta”, recalcó Patricia, quien también forma parte del colectivo Guerreros Buscadores.
Asimismo, Patricia Sotelo lamentó la falta de empatía de la presidenta Claudia Sheinbaum y pidió a las autoridades mexicanas investigar más a fondo el caso y no a los colectivos y madres buscadores, que son los que han realizado las labores de búsqueda para encontrar a sus desaparecidos.
“(Sheinbaum) dice que no va a vincular las cosas, dice ella que son cosas diferentes, y no son cosas diferentes, todo va vinculado tanto en el rancho, como las madres, como nuestros hijos, todo está en un mismo proceso, ella dice que son cosas diferentes y para mí no lo es y quieren evadir toda la realidad. Los colectivos son los que dan la cara, ¿qué va a investigarles? Los va a victimizar”, cuestionó.
El caso del rancho Izaguirre ha puesto en tela juicio una vez más el manejo que siguen las fiscalías para muchas investigaciones, en particular para los casos de desapariciones en México, que ya alcanzan casi 125 mil.
* Con información de AP