Por segunda vez en dos meses, la presidenta Claudia Sheinbaum logró que se aplazaran los aranceles de Trump, ganándose con ello aplausos de propios y extraños.
Por lo que anunciaron ayer, el aplazamiento fue resultado directo de la conversación telefónica entre ambos liderazgos, mostrando a sus respectivos países y al mundo que es posible encontrar puntos de acuerdo, aunque sean temporales.
No parece haber de otra con el presidente norteamericano, quien seguirá siendo un factor de incertidumbre; pero parece que no todo debe ser tambores de guerra comercial.
El acuerdo alcanzado también cambió la fisonomía y el propósito de la movilización masiva a la que convocó la presidenta en el Zócalo para el domingo, bajándole un poco el carácter de asamblea informativa al pueblo y subiéndole el de festejo o verbena popular.
Como otras estrategias y acciones de liderazgo, la movilización masiva es, por naturaleza, una forma de hacerse público y de apelar al público con motivos políticos.
En el libro Going Public (Hacerse público), publicado en 1993, el politólogo Samuel Kernell analizó ese tipo de estrategias de liderazgo, y planteaba que un presidente recurre a actos públicos para promover su figura, sus decisiones y sus políticas, con el propósito de enviar mensajes no sólo a sus bases electorales, sino más específicamente, a ciertos actores como su oposición en el Congreso.
Entre las actividades de going public, Kernell mencionaba las conferencias de prensa televisadas, informes a la nación o algún tipo de ceremonia que le diera la oportunidad de ser visto y escuchado.
Bajo esa lógica, las conferencias matutinas diarias que inauguró el hoy expresidente López Obrador, y que han tenido continuidad con la presidenta Sheinbaum, son una regularización del going public, una forma de hacerse permanentemente público, y en la cual no sólo se dirigen a la nación, sino que envían mensajes a actores específicos. Las benditas redes, inexistentes cuando se publicó el libro de Kernell, también han normalizado esa práctica.
Era común que AMLO se dirigiera al pueblo para que escuchara la oposición.
Los llamados a la movilización social, como las convocatorias al Zócalo, también forman parte de esas estrategias de going public.
Ese formato masivo, frente al pueblo, se presta para una narrativa y encuadre discursivo mucho más emocional que las propias mañaneras.
A lo largo de la semana se plantearon dudas acerca de si un mitin en el Zócalo era lo adecuado para hacer cambiar de parecer a Trump, pero no parece que ese fuera el propósito.
El público objetivo del discurso del domingo no necesariamente era el presidente norteamericano, sino diversos actores económicos, políticos y sociales en ambos lados de la frontera. Going public como libro de texto.
En su mañanera de ayer, la presidenta dio razones, pero también apeló a emociones con un discurso de unidad, de respeto por el pueblo mexicano y de logros compartidos entre el pueblo y el gobierno que ella encabeza.
La parte emocional no estuvo ausente, pero el tono en una movilización masiva podría haber tomado todavía más fuerza y combinarse con su robusto capital político.
Los niveles de aprobación a la presidenta registrados por las encuestas de El Financiero en febrero rompieron récord histórico, con 85 por ciento, ligeramente por arriba de aquel 83 por ciento de AMLO en febrero de 2019, tercer mes de su gestión, y por arriba de cualquier nivel de aprobación presidencial desde Ernesto Zedillo al inicio de 1995.
Además de mostrar altos niveles de apoyo entre sus bases y entre el público apartidista, las encuestas muestran un ascenso en la aprobación a Sheinbaum entre simpatizantes de la oposición, mostrando un efecto rally, es decir, un cierre de filas en torno a su liderazgo (ver gráfica).
Parece que la unidad nacional ha desplazado a los discursos de polarización, por lo menos por ahora.
El agradecimiento de Sheinbaum a Trump denota que su equipo está atento a lo que le importa al magnate y su círculo cercano, como evidenció el episodio con Zelenski en la Casa Blanca, que, por cierto, también fue un acto de going public.
La relación con Trump seguramente seguirá siendo incierta y compleja, pero habrá que ver qué dicen las encuestas luego del cordial anuncio de ayer, no sólo en términos de la popularidad de Sheinbaum, sino de la percepción de la relación bilateral, que hasta ahora se ha visto como negativa.