¿Quién quiere todavía una Cyber Truck? La estrategia política del presidente Donald Trump golpea incluso a su mayor aliado, Elon Musk. ¿Cuánto más puede durar esa amistad?
Tesla es la empresa que más ha perdido valor en lo que va del año entre las armadoras estadounidenses, con todo y la pausa a los aranceles anunciada ayer por el gobierno de Estados Unidos.
Datos surgidos esta semana revelan que además de capital financiero, el magnate tecnológico también pierde clientes aceleradamente.
¿Qué tan popular es hoy una persona que conduce un Tesla por la calle?
La marca que trajo al mercado occidental los coches eléctricos, ahora comienza a recibir rechazo en mercados como el de Alemania y Canadá.
Las ventas de coches Tesla en ese país de Europa bajaron en febrero 76 por ciento hasta un total de mil 429, a decir de registros de la Autoridad de Transporte Automotriz Federal de Alemania, en contraste con los registros totales de vehículos eléctricos, que se elevaron 31 por ciento.
También, el precio de las acciones de esa compañía se desploma. Al inicio del año, una acción de Tesla valía 420 dólares o bien, 8 mil 400 pesos. Para ponerlo en términos simples, ese monto es más o menos lo mismo que cuesta una pantalla Samsung de 55 pulgadas.
Ahora, con los 279 dólares que vale uno de esos papeles, quizás podrían comprar una Atvio de 40.
La narrativa de Trump en contra del libre comercio global y de la sustentabilidad industrial, derribó 30 por ciento el valor de la compañía en lo que va del año y prácticamente borró el ascenso que tuvo durante la campaña a la presidencia del actual ocupante de la Casa Blanca.
Si bien pospone aranceles, el presidente de Estados Unidos no ha desistido de su intención de bloquear a sus socios comerciales el mercado a sus país, por lo que ya sembró una incertidumbre en las actividades de los comerciantes de automóviles, que será difícil de borrar si esa fuese su intención en algún momento.
Un día amenaza con impuestos; otro, apaga la llama; un martes impone los aranceles y un miércoles los pospone. ¿Mañana, qué?
“Hay mucha incertidumbre en torno a los aranceles”, advirtió desde enero el director financiero de Tesla, Vaibhav Taneja, quien responde a Musk.
“A lo largo de los años, hemos tratado de localizar nuestra cadena de suministro en todos los mercados, pero aún dependemos mucho de piezas de todo el mundo para todos nuestros negocios. Por lo tanto, la imposición de aranceles, que es muy probable… tendrá un impacto en nuestro negocio y rentabilidad”, agregó, citado por Marketwatch.
Tesla no ha sido la única afectada, pero sí la más abaratada en ese lapso: Ford cayó 2.5 por ciento; GM, 9 por ciento.
Es curioso ver el comportamiento en el valor de la marca de coches eléctricos chinos BYD, que podría cerrar este año con ventas superiores a las de Tesla.
Ofrece entre sus productos algunos que empiezan bien por debajo del medio millón de pesos, y el Seal, que compite directamente con el Model 3 de Tesla, ambos con precios que rondan los 750 mil.
Inversionistas hambrientos por adquirir las acciones de BYD provocaron un ascenso en su precio del 25 por ciento desde el inicio de este 2025.
Inexplicablemente, pese a que Tesla y BYD tienen individualmente ventas que se aproximan a los 100 mil millones de dólares anuales, la compañía china vale apenas una octava parte respecto de su competencia estadounidense.
Lo que sostiene todavía la cotización de Tesla puede estar sustentado en la especulación de inversionistas sobre el valor potencial de la tecnología de vehículos autónomos o de androides que pretende desarrollar esta empresa.
Eso, y lo menos visible, el conocimiento que adquiere Elon Musk con su posición de ‘zar anti gastos’ en el gobierno de su país, y los posibles beneficios que pueda obtener con su libre acceso a la oficina oval de la Casa Blanca.
En lo concerniente a los coches, salvo por el lanzamiento de la Cyber Truck, no han cambiado de manera relevante desde que presentó el Model 3 en 2017. Pero no hay tiempo de Elon para el marketing, hoy su foco está en la política.