Los 832 trabajadores que suman, en conjunto, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) se encuentran viviendo momentos de incertidumbre y temor sobre su futuro laboral, ya que todavía no saben si tendrán una plaza en la nueva Comisión Nacional de Energía (CNE) o en la Secretaría de Energía (SENER).
La incertidumbre permea desde los puestos más altos, como los comisionados, hasta los trabajadores de confianza o administrativos.
¿Qué pasará con los trabajadores de la CRE?
Uno de los trabajadores de la CRE, señaló a El Financiero que desde que se anunció la extinción de la comisión prevaleció el silencio y la poca información.
Apenas el pasado lunes, les comenzaron a solicitar a los 464 trabajadores de la CRE que entregaran sus máquinas y credenciales, ya que, al otro día, 18 de marzo, la presidenta Claudia Sheinbaum publicaría las leyes secundarias en el Diario Oficial de la Federación (DOF), lo que representaría la extinción formal de la comisión.
“Nos hicieron firmar un finiquito a todos que no representa ni una sola quincena de sueldo. Y así nos despidieron, sin que nadie nos diera ni las gracias, a unos 100 compañeros les dijeron que ya no se presentaran al día siguiente”, confesó un trabajador de la CRE a El Financiero.
Se estima que alrededor de 200 trabajadores todavía siguen asistiendo a las oficinas de la CRE ubicadas en Blvd. Adolfo López Mateos 172, y aunque no están contratados, tienen la esperanza de alcanzar algún puesto en la nueva CNE, SENER “o donde caiga, ya que la presidenta Sheinbaum prometió que nadie se quedaría sin trabajo”, indicó un trabajador de confianza.
Otro empleado de la comisión consideró que el proceso de extinción fue agresivo, sin transparencia, empatía ni ética, “pareciera que nos dieron una patada por hacer nuestro trabajo, cuando siempre fuimos profesionales, muchos de nosotros dejamos actas de hecho para no tener responsabilidades”, dijo.
Apenas la semana pasada, el comisionado de la CRE, Walter Julián Ángel Jiménez, señaló a El Financiero que ya había un equipo que estaba viendo el tema de la transición a la CNE, pero que él no estaba informado del proceso.
“Pero a estas alturas, el desconocer (nuestro futuro) es saber el resultado, lo que me agrada es que veo que habrá continuidad a lo que estuvimos haciendo en la CRE, por lo que yo creo que será una muy buena experiencia”, dijo.
Respecto a la CNH, hay aún más incertidumbre, ya que los 368 trabajadores saben que difícilmente tendrán un lugar en la nueva CNE, ya que sus actividades no entran dentro de su área de acción, por lo que esperan ser ubicados en SENER.
“Estamos cerrando los temas pendientes que tenemos en nuestra unidad, pero no nos han dicho nada de ser reubicados a SENER, aunque tenemos confianza en que será así, ya que somos los que tenemos la experiencia en contratos y en exploración y producción de hidrocarburos, en SENER no le saben tanto a eso”, apuntó un trabajador que solicitó el anonimato.
Hasta el momento, fuentes consultadas por El Financiero afirman que el edificio de la CRE está rentado hasta junio, mientras que el de la CNH puede ser utilizado hasta 2030, por lo que cualquiera de los dos edificios podría albergar a los trabajadores de la nueva comisión.
El próximo 18 de abril sería la fecha máxima para dar a conocer los nombramientos clave de la nueva Comisión Nacional de Energía (CNE). Juan Carlos Solís, titular de la Unidad de Políticas de Transformación Industrial de la SENER, es uno de los nombres que más suenan para liderar esta nueva comisión.
COFECE también espera noticias sobre su futuro
Por otra parte, la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) explicó a El Financiero que se encuentran en espera de la publicación de leyes secundarias en materia de competencia, ya que serán estas las que determinen los mecanismos de transición y la situación de sus trabajadores.
“Pese a que el diputado Alfonso Ramírez Cuéllar presentó una iniciativa para crear una agencia que sustituya a la COFECE, él mismo ha señalado que todavía falta que el Ejecutivo Federal presente su propia iniciativa, por lo que aún se desconoce cómo será el proceso de transición a la nueva autoridad de competencia”, detalló la comisión.
Por otra parte, trabajadores de la COFECE compartieron que aún no han sido notificados sobre su futuro laboral, por lo que continúan trabajando con normalidad, aunque eso sí, ajustados al presupuesto que dispone la comisión para este año.
La COFECE recibió un “tijerazo” presupuestal de 72.1 por ciento para 2025, por lo que prácticamente sólo tienen recursos para operar por menos de medio año.