Donald Trump confirmó que usará la aeronave de lujo Boeing 747, que fue regalo del Gobierno de Qatar, como Air Force One durante un tiempo, y aseguró que es un regalo del país árabe a Estados Unidos, no a él.
Con ello, Trump se deslindó de las polémicas diplomáticas y de inteligencia, y justificó su decisión al cuestionar por qué las fuerzas armadas y los contribuyentes deberían pagar cientos de millones en un avión cuando se puede obtener “gratis” directamente “de un país que quiere recompensarnos por un trabajo bien hecho“.
La aeronave Boeing 747 será la Air Force One, que es la aeronave oficial del presidente en turno de Estados Unidos, al menos hasta que Boeing entregue un pedido de dos aviones al gobierno estadounidense.
Respecto a la entrega de Boeing, Trump dijo que “se han retrasado mucho”.
Con relación al dinero ahorrado en las aeronaves tras el regalo de Qatar, Trump dijo que el dinero se utilizará para “hacer grande a América”, y que “solo un idiota no aceptaría este regalo en nombre de nuestro país”.
El riesgo detrás de que Trump acepte el Boeing 747 de Qatar
La oferta de Qatar de un Boeing 747 de lujo al presidente Donald Trump ha hecho sonar las alarmas en la comunidad diplomática y de inteligencia de Estados Unidos, donde los regalos de potencias extranjeras fueron vistos con sospecha durante mucho tiempo.
Además de las dudas legales y éticas sobre la aceptación del avión por parte de Trump —un avión de 89 plazas con un suntuoso interior de diseño francés—, también existen preocupaciones técnicas y de seguridad. Los expertos afirman que cualquier obsequio de este tipo por parte de un gobierno extranjero ofrece la posibilidad de vigilar, rastrear o comprometer las comunicaciones del presidente y de cualquiera que viaje con él.
“Si hubiéramos construido el avión sabiendo que iba a un gobierno extranjero, probablemente lo habríamos intervenido”, dijo Thad Troy, exjefe de estación de la CIA. Recordó haber servido en Moscú durante la Guerra Fría cuando la Embajada de Estados Unidos estaba siendo desmantelada ladrillo a ladrillo para retirar una maraña de dispositivos de vigilancia incrustados en el mismo hormigón del edificio.
Trump encargó dos nuevos aviones presidenciales a Boeing Co. por 3 mil 900 millones de dólares durante su primer mandato. Frustrado por los retrasos en las entregas, ha estado buscando alternativas, y al parecer ya tenía en la mira el avión catarí incluso antes de que se lo regalaran este mes.
Características de la nueva aeronave de Trump
El jumbo en cuestión, construido en 2012, estuvo previamente a disposición de Hamad bin Jassim bin Jaber Al Thani. Este hombre de 66 años es una de las figuras más ricas de la familia real catarí, tras haber sido primer ministro y director del fondo soberano de inversión.
Cuenta con muebles en blanco crema y tostado, alfombras y obras de arte de Cabinet Alberto Pinto, una firma parisina de diseño de interiores. Hay alfombras Tai Ping hechas a medida, accesorios de madera de sicomoro y wacapou, y obras de arte de Alexander Calder. La cubierta superior cuenta con un dormitorio principal con baño, un dormitorio de invitados y un salón privado, y en la planta baja hay salones, una oficina y áreas para la tripulación.
Según Troy, el avión necesitaría ser modernizado según los estándares actuales del Air Force One. Esto incluiría el endurecimiento de su superficie para resistir explosiones y ataques, además de extras técnicos como capacidad de reabastecimiento en vuelo y sistemas de comunicaciones y armas clasificados.
También tomaría meses, si no años, para que los funcionarios del Departamento de Defensa y los oficiales de inteligencia desmantelaran el avión y lo revisaran completamente para buscar cualquier dispositivo de rastreo o detectar sistemas de monitoreo que pudieran, entre otras cosas, revelar la ubicación del avión.
“Por eso tarda tanto construir el Air Force One”, dijo Troy. “Tiene muchas características adicionales para la seguridad del presidente”.
Regalo de Qatar quedará como una ‘mancha’ para Trump
Trump, que culpó a Boeing por quedarse “muy atrás”, defendió el regalo.
“Hay quienes dicen: ‘No se deben aceptar regalos para el país’”, declaró el presidente a Fox News durante su viaje a Arabia Saudita, donde inició una visita a Oriente Medio el martes. “Mi opinión es: ¿por qué no aceptaría un regalo? Estamos dando a todos los demás”. También afirmó que las monarquías del Golfo tienen aviones más grandes y modernos que el gobierno estadounidense, y “creo que deberíamos tener el avión más impresionante”.
Pero algunas de las críticas más feroces han venido de partidarios devotos, que lo han calificado de soborno o descarado intento de ejercer influencia por parte del estado del Golfo.
El comentarista Ben Shapiro preguntó cómo reaccionarían los votantes de Trump si un demócrata hubiera hecho esto. “Creo que si cambiáramos los nombres a Hunter Biden y Joe Biden, todos estaríamos furiosos en la derecha”, dijo Shapiro el lunes en su podcast. “El presidente Trump prometió drenar el pantano. De hecho, esto no es drenar el pantano”.
“Si esto es cierto, esto va a ser una verdadera mancha para el gobierno”, publicó la activista de extrema derecha Laura Loomer en X. “Y lo digo como alguien que recibiría un tiro por Trump”.
Qatar es un aliado de Estados Unidos desde hace mucho tiempo y ha sido un mediador clave junto con Egipto en los esfuerzos por lograr una tregua entre Israel y Hamás en Gaza.
El país también alberga la oficina política de Hamás. Relaciones como esa suponen un riesgo, ya que la información podría caer en manos de quienes la usarían para sus propios fines, según James Der Derian, director del Centro de Estudios de Seguridad Internacional de la Universidad de Sídney (Australia).
“Ciertamente, Qatar no es la Unión Soviética, pero sí cuenta con una sólida red de inteligencia”, dijo. “Tiene un impacto mayor al que se espera de él”.
Aun así, si bien aceptar regalos de gobiernos extranjeros conlleva riesgos, rechazarlos tampoco está exento de riesgos. Dado que dar regalos es importante en la cultura árabe, podría constituir un error diplomático, especialmente cuando Qatar desempeña un papel tan importante en la búsqueda del fin de la guerra de Gaza.
Por eso, “este avión ha adquirido un valor simbólico tan grande ahora”, dijo Der Derian. Si rechazas el regalo, “podría haber muchos líderes molestos, no solo los de Estados Unidos, sino también los de Qatar y otros países árabes que consideran la hospitalidad una parte fundamental de su cultura”.
Con información de Bloomberg.