El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este sábado que llamará el próximo lunes a su homólogo ruso, Vladímir Putin, y luego al ucraniano, Volodímir Zelenski, para negociar el fin de la guerra de Ucrania.
“Esperemos que sea un día productivo, que se declare un alto al fuego y que esta guerra tan violenta, una guerra que nunca debió ocurrir, termine”, declaró en la plataforma Truth Social.
Trump llamará a Putin y Zelenski por separado
Trump detalló que la llamada con Putin será el lunes a las 10:00 de la mañana de Washington y que los temas de la conversación serán “detener el baño de sangre” en Ucrania y abordar asuntos comerciales.
Posteriormente, el mandatario hablará con Zelenski y “junto a él, con varios líderes de la OTAN”, pero no reveló quiénes ni tampoco la hora de esa conversación.
Las delegaciones de Ucrania y de Rusia se reunieron el pasado viernes en Estambul para mantener sus primeras conversaciones directas en tres años, pero no hubo avances sustanciales para poner fin al conflicto.
Estados Unidos, que media para terminar la guerra, cree que la única forma de desbloquear la situación es mediante un encuentro entre Trump y Putin.
Rusia preparará sus condiciones para un alto el fuego
Rusia dijo este sábado que preparará una lista con condiciones para un alto el fuego, tras la reunión con una delegación ucraniana en Estambul, mientras que el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, denunció que el Kremlin sigue matando a civiles e insistió en más sanciones de Occidente para empujar al líder ruso, Vladímir Putin, a negociar el fin de la guerra.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, señaló que Moscú hará llegar la lista con sus condiciones para un alto el fuego a Kiev, pero que no revelará las mismas, porque se trata de unas negociaciones que deben celebrarse de manera confidencial.
No obstante, medios estadounidenses han publicado algunas de las condiciones que Rusia habría puesto ya sobre la mesa para declarar el alto el fuego, entre ellas la retirada de las tropas ucranianas de las anexionadas regiones de Zaporiyia, Jersón, Donetsk y Lugansk.
El Kremlin también exigiría que Ucrania se comprometa a un estatus neutral, es decir, que no entrará en el futuro en la OTAN, y que rechace la presencia de tropas extranjeras y armas de destrucción masivas en su territorio.
Asimismo, debería reconocer la anexión de la península de Crimea y de las otras cuatro regiones que Rusia solo ocupa parcialmente tras mil 178 días de guerra.
De acuerdo con el medio británico The Economist, la delegación rusa, encabezada por el exministro de Cultura Vladímir Medinski, llegó a amenazar en Estambul a Ucrania con ocupar dos regiones ucranianas más, Sumi y Járkov, si Ucrania no aceptaba sus condiciones, y a proseguir la guerra “un año, dos, tres o el tiempo que haga falta”.
Exigencias inaceptables
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores Ucrania, Gerorgui Tiji, dijo a la radiotelevisión pública Suspline que los representantes rusos expresaron asuntos que son “inaceptables” para Kiev.
Es precisamente en la región nororiental de Sumi, donde Rusia ha comenzado recientemente una nueva ofensiva junto a la provincia oriental de Járkov, donde este sábado fallecieron nueve civiles en un ataque ruso con un dron contra un autobús de evacuación y al menos otras siete personas resultaron heridas.
“Fue una matanza deliberada de civiles”, señaló Zelenski, quien recalcó que este ataque mortífero, en el que murió una familia entera, demuestra una vez más que Rusia no quiere parar la guerra.
“Ayer (por el viernes), como en cualquier día de esta guerra, hubo una oportunidad para un alto el fuego. Ucrania lleva mucho tiempo proponiéndolo: un alto el fuego completo e incondicional para salvar vidas. Rusia sólo conserva la oportunidad de seguir matando”, escribió en su cuenta de Telegram.
Para el jefe de Estado ucraniano, la única solución es seguir presionando a Rusia para que ponga fin a las “matanzas”.
“Sin sanciones más fuertes, sin una presión más fuerte sobre Rusia, no habrá diplomacia real”, enfatizó Zelenski, con quien coinciden casi todos los líderes comunitarios.