El presidente Donald Trump está considerando eximir a ciertos productos agrícolas de los aranceles impuestos a Canadá y México, el último movimiento de la administración este miércoles para ofrecer alivio a ciertos sectores de los nuevos impuestos de importación de barrido.
Trump ha seguido adelante con sus amenazas de promulgar aranceles de amplio alcance, a pesar de las advertencias de los economistas y las medidas de represalia de países como China, Canadá y México.
La administración Trump también ha retrasado un mes los aranceles a las importaciones de automóviles procedentes de México y Canadá, tras las súplicas de los ejecutivos del sector.
Sector agrícola ‘suplica’ a Trump
Los legisladores de los estados con fuertes intereses agrícolas han suplicado al gobierno de Donald Trump que establezca exenciones arancelarias para los fertilizantes y otros productos que son fundamentales para el crecimiento de los cultivos estadounidenses.
La secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, dijo a Bloomberg News que “todo está sobre la mesa” y que tiene “esperanzas” de que la administración pueda decidir ofrecer alivio al sector agrícola.
“En cuanto a las exenciones específicas y los recortes para la industria agrícola, tal vez para la potasa y los fertilizantes, etc., está por determinar”, dijo Rollins el miércoles en la Casa Blanca. “Confiamos en el liderazgo del Presidente en este asunto. Sé que está muy centrado en estas comunidades”.
Rollins acudió a la Casa Blanca para reunirse con Trump y otros responsables económicos para deliberar sobre el camino a seguir.
‘Pausa’ aranceles a las importaciones de autos
A primera hora del miércoles, la administración Trump anunció que retrasaría un mes los aranceles a las importaciones de automóviles procedentes de México y Canadá, tras las peticiones de los directivos del sector para que se les conceda más margen de maniobra.
Las medidas llegan un día después de que Trump impusiera aranceles del 25 por ciento a los dos vecinos norteamericanos –sus mayores socios comerciales– como parte de un amplio intento de utilizar los gravámenes a la importación para aumentar los ingresos y convencer a las empresas de que trasladen la fabricación a Estados Unidos.
Los aranceles han desatado la volatilidad en los mercados mundiales, con el índice S&P 500 subiendo más de un 1 por ciento el miércoles, recuperándose de una caída de dos días.
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