Aún con las complicaciones de la economía en 2025, la empresa más relevante de tiendas en el país, Walmart de México, podría marcar un hito: recibir de clientes como ustedes pagos que podrían sumar por primera vez más de un billón de pesos en un año.
Estimaciones de Bloomberg anticipan ese monto, pero aún el tamaño de esa friolera no ofrece a la compañía estadounidense razones para celebrar brillantes resultados; sus competidores nacionales, notoriamente Chedraui y Oxxo, se acercan.
De cualquier modo, es un monto enorme, equivalente (y solo como referencia) a unos 40 días de ingresos del Gobierno de México.
La cifra revela también por qué Unilever –fabricante de Dove, Knorr y Hellman’s– prometió la semana pasada a la presidenta Claudia Sheinbaum una inversión de otros 30 mil millones de pesos (mil 500 millones de dólares) en el país.
¿Por qué? Porque esperan cobrar más en ventas. Porque México es un país lleno de veinteañeros que significan un apetitoso filete para quienes venden productos de consumo.
¿Qué está pasando con Walmart de México? Sin duda cuenta con un equipo competitivo, pero si esto fuera Fórmula 1, las compañías mexicanas estarían mostrando mejor ritmo de carrera, sus coches van más rápido en ánimo de alcanzar al líder.
Los detalles publicados la semana pasada en llamadas con analistas revelan que directivos de Walmart tardaron en entender al consumidor mexicano.
Ignacio Caride, un experto en comercio electrónico que trabajó para Mercado Libre, llegó hace poco más de 10 años y el director de finanzas, Paulo García, es un ex ejecutivo de Unilever que desembarcó de Europa hace unos tres años.
¿Un ejemplo de sus errores? Cuando cambiaron el nombre de Superama por el de Walmart Express al inicio de esta década en algunos de sus formatos de tienda, descartaron el “pásele marchante ¿cuánto le damos?”.
Su área de carnicería que solía cortar y dar trozos de proteína exactamente a la medida solicitada por los clientes se concentró en mecanizar el proceso y ofrecer paquetes de carne previamente cortada.
Pero Caride explicó que han regresado a lo básico: “Hemos recuperado nuestras carnicerías y panaderías. Esto es una gran ventaja, en las áreas de servicio nuestros clientes pueden elegir el corte de carne o disfrutar de pan recién horneado en la tienda, algo que no teníamos antes tras la conversión y que estamos reintroduciendo”.
El aprendizaje cuesta. En cinco años, el valor de las acciones de Walmart se elevó apenas seis por ciento. En el mismo lapso, los papeles de Chedraui se apreciaron 340 por ciento.
En México, la cadena estadounidense se enfocó en avanzar en ventas en línea y en nuevos negocios, como Bait, con el que ofrece smartphones y servicios de telefonía.
Argumentan apuestas de largo plazo que parecen empezar a dar resultados: “Esperamos alrededor de 10 mil millones de pesos provenientes de Bait durante el año”, avisó también Caride la semana pasada.
En otro garage, Chedraui, a cargo de José Antonio Chedraui, elevó ventas totales 15 por ciento en un año contado hasta marzo, es posible que al cierre de 2025 complete ingresos por 312 mil millones de pesos, de acuerdo con estimaciones de Bloomberg.
En el mismo plazo las de Walmart crecieron 6.5 por ciento, aún por debajo ligeramente del ritmo de los Oxxo, pues Femsa Proximidad reportó un aumento de 6.8 por ciento para sus ventas en el continente americano. En Europa la historia de esa compañía de origen regiomontano es diferente y ya abordaré aquí el tema, después.
Una tendencia creciente en todas las compañías tiene que ver con el aprovechamiento de los negocios digitales. Spin, para Oxxo; claramente Bait, en el caso de Walmart.
Un número telefónico ayuda a conocer la capacidad crediticia porque revela cómo, dónde y cuánto consume una persona. Al analizar su uso, recargas, ubicación y apps vinculadas, se puede estimar si es confiable para recibir un crédito.
“Al integrar todo esto en este algoritmo, se proporciona información mucho mejor a los prestamistas para que tengan más confianza a la hora de otorgar un crédito”, dijo respecto a esa oportunidad, Ignacio Caride.
Es posible que el siguiente billón no venga de verduras y abarrotes. Regresaré al tema.