Si no conocen Monterrey, no van a querer conocerla en estos días. Su cielo este miércoles fue más espeso del que pueden experimentar en la Ciudad de México en días de contingencia ambiental.
Abundan razones sin soluciones a la vista para ese problema. Pero lo que quiero destacar es la analogía de su horizonte con el que probablemente enfrenta su economía.
Nadie que lea un poco pondría en duda la potencia de su ambiente de negocios dentro del territorio nacional.
En términos de influencia, es la segunda ciudad de este país.
Detroit fue la ciudad que cambió a Estados Unidos y simbolizó la semilla de la industria automotriz que revolucionó el mundo.
Fue tan poderosa, que sus millonarios tenían el tiempo de gastar su dinero en arte con desfachatez.
La arrogancia de su poder desvaneció, a diferencia de la de neoyorquinos de hace 100 años, cualquier preocupación por adquirir murales de un comunista como Diego Rivera, que aún se exhiben en el Instituto de las Artes de esa ciudad.
En el Rockefeller Center de Manhattan, ‘El Hombre en la Encrucijada’ no soportó el peso de la crítica local de capitalistas furiosos y fue destruido al poco tiempo, pese a haber sido solicitado por Nelson Rockefeller.
Detroit mostraba así que su prosperidad tenía mayor solidez que cualquier propaganda leninista.
En México, Monterrey ha tenido la desfachatez de plantarse ante el poder del centro del país y crear instituciones y empresas que contradicen aquella frase idiota de que ‘vivir fuera del presupuesto es vivir en el error’.
Pero lo hizo basado en la filosofía de personajes ya fallecidos, que en vida cambiaron el escenario de una ciudad pobre, por la ciudad relativamente más próspera de México, cuya gente se anticipó al nacimiento de los tratados de libre comercio y luego recogió sus frutos.
“Usted me alega que será muy costoso levantar un instituto como el MIT en nuestro país -como si yo no lo supiera de sobra-, pero dígame si no es más caro que los jóvenes carezcan de opciones de calidad o deban ir a formarse a otros lugares. Para realizarlo no ocupamos ‘carteras dispuestas’ -como usted dice-, necesitamos personas resueltos que crean que la educación lo puede todo, y de esos, aunque no lo crea, existimos algunos, por lo menos en Monterrey”.
Eso respondió en 1943 Eugenio Garza Sada a León Ávalos y Vez, primer rector del ITESM.
El talento generado por el Tec elevó la vara a la UANL, que debió hacerse más competitiva. El talento regio empujó a Grupo Femsa, Grupo Alfa, Grupo Vitro, Grupo Cemex y una decena más de compañías que llevaron su sociedad al escenario global.
Monterrey saltó sobre ciudades basadas en la explotación de minas de oro o yacimientos como Zacatecas, o de petróleo, como Campeche.
Con su mayor valor, la manufactura demostró su eficiencia para crear prosperidad.
Pero estamos en 2025. ¿Han viajado a Detroit? Cerca del mural de Diego hay vecindarios y edificios fantasmales testigos de otra era que ya acabó. Hoy, un presidente estadounidense cosecha políticamente la ira de una población que busca culpables.
¿Puede pasar lo mismo a Monterrey? Nadie lo desea. He vivido el tiempo suficiente en esa ciudad para entender el valor de su sociedad, aunque queridos amigos regios, también he sentido la arrogancia de sus líderes. La autocrítica no es un deporte con mucho entusiasmo local.
Ayer conocí a un regio que sí la practica. Se llama Fernando Huerta, fundador de una comunidad disruptiva de emprendedores llamada Cabrito Valley, en alusión al Silicon Valley.
Él comprende que esto es 2025 y que la manufactura puede representar hoy lo que en otros días significó la minería.
Sabe que hoy las manos sirven menos que el cerebro y que abundan los problemas como para no generar prosperidad presentando soluciones antes impensables.
¿Después de tantas décadas, hay empresas que hayan superado a Grupo Femsa, Grupo Alfa, Grupo Vitro o Grupo Cemex? ¿Por qué no?
¿A dónde fue el capital de esas compañías? ¿Qué nuevas propuestas van a traer al mundo el ITESM o la UANL, ahora que la gente espera cambios dramáticos en nuestra convivencia con las máquinas y la ciencia?
Hoy la Caintra recibe a la presidenta Claudia Sheinbaum en Cintermex y paralelamente, concluye IncMTY, un gran festival regio de empresas y emprendedores, al que convoca el Tec. Ojo con un fondo naciente que lleva por nombre Digital Hub.
Es buen tiempo para reflexionar, así sea en medio del aire más espeso. La contaminación también motiva la generación de soluciones.