Yucatán se ha consolidado como uno de los destinos turísticos más atractivos del país, gracias a su riqueza histórica, su fuerte identidad cultural y su variada oferta de experiencias. Desde pueblos con encanto hasta playas, gastronomía y vestigios arqueológicos, este estado del sureste mexicano invita a descubrirlo con los cinco sentidos.
A continuación, ocho experiencias imprescindibles para conocer su esencia:
1. Descubre los siete Pueblos Mágicos
El estado alberga siete Pueblos Mágicos, cada uno con una identidad única. Izamal, el “Pueblo Amarillo”, deslumbra con su arquitectura uniforme y el convento de San Antonio de Padua. Valladolid, con sus casonas de colores y su pasado colonial, ofrece una experiencia histórica auténtica. Sisal, antiguo puerto comercial, es ahora un destino costero ideal para el ecoturismo. En el sur, Tekax mezcla iglesias coloniales con aventura en grutas subterráneas. Maní se distingue por su gastronomía ancestral y su ambiente tradicional. Motul es famoso por su torta de huevo con frijol y su relevancia histórica, mientras que Espita ofrece productos artesanales como hamacas, bordados y cestería, elaborados por manos locales.
2. Recorre su costa esmeralda
Con 378 kilómetros de litoral, Yucatán presume playas de arena blanca y aguas tranquilas. Destinos como Progreso, Telchac, El Cuyo, Chicxulub y Celestún son ideales para descansar o practicar actividades acuáticas. La gastronomía costera —basada en mariscos frescos— complementa esta experiencia natural, ideal para quienes buscan reconectar con el entorno.
3. Vive la escena gastronómica de la Calle 47
En Mérida, la Calle 47 se ha convertido en un corredor culinario vibrante. Aquí conviven restaurantes de cocina yucateca, italiana, japonesa y de autor, además de galerías, tiendas boutique y cafeterías. Esta calle conecta con el emblemático Paseo de Montejo y con el parque “La Plancha”, que incluye áreas verdes, ciclovías, fuentes, espacios culturales y más.
4. Prueba la comida tradicional en los mercados
Los mercados de Mérida, como Lucas de Gálvez o San Benito, son paradas obligadas para los amantes de la gastronomía. Aquí se pueden degustar platillos como cochinita pibil, relleno negro, lechón al horno y pavo en escabeche, preparados por cocineros que conservan recetas con décadas de tradición. También destacan los mercados de Izamal y Motul.
5. Refréscate en un cenote
Los cenotes son emblemas naturales y espirituales de Yucatán. Estos cuerpos de agua subterráneos, sagrados para la cultura maya, ofrecen opciones para nadar, bucear o simplemente relajarse. El estado concentra el mayor número de cenotes en la península, con opciones abiertas, semiabiertas y en cavernas, ideales para conectar con la naturaleza.
6. Conoce su riqueza arqueológica
Yucatán alberga más de 20 zonas arqueológicas, siendo Chichén Itzá y Uxmal las más reconocidas a nivel mundial. Otras, como Ek Balam, Dzibilchaltún o Kabah, permiten explorar templos, plazas y observatorios que narran la grandeza de la civilización maya. Cada sitio ofrece una experiencia única para conocer la historia a través de su arquitectura.
7. Apoya el arte local con artesanías
La tradición artesanal yucateca se manifiesta en guayaberas de Tekit, hamacas de Tixcocob, cerámica de Uayma y bordados de Espita. Si no es posible visitar cada municipio, en Mérida hay mercados y tiendas —como las del Paseo de Montejo o el aeropuerto— donde adquirir estas piezas hechas a mano.
8. Visita sus museos
El estado cuenta con una oferta museística destacada. El Gran Museo del Mundo Maya, el Museo del Meteorito en Progreso, el Palacio de la Música y el Museo de la Canción Yucateca son solo algunos espacios que conservan y proyectan la riqueza cultural del estado, desde la cosmovisión maya hasta la creación artística contemporánea.