El expresidente Ernesto Zedillo, como todo gobernante, tuvo claro obscuros en su gestión, pero se distinguió siempre por su vocación democrática. De entrada, tendió puentes con el PRD para incorporarlo al diálogo hacia la construcción de la democracia, tras la marginación en la que estuvo por años. Esta actuación no fue fácil de aceptar ni por priistas, ni por el PAN, pero se inició un nuevo diálogo por el avance de las instituciones democráticas.
La crisis de inicio de su sexenio fue terrible y cayó el PIB casi un 7 por ciento. La inflación se desató ante la incertidumbre. Los partidos PAN y PRD no querían aprobar el Presupuesto de Egresos de la Federación porque no correspondía ya a la realidad, pero rechazarlo implicaría una falta de conducción en plena crisis, lo que agravaría la posición de México en el mundo. Salió adelante.
Vencían los tesobonos por 50 mil millones de pesos y sus tenedores, en su mayoría norteamericanos, pedirían su pago frente a la crisis de la economía mexicana. Momentos muy difíciles. Caer en una situación de no poder pagar, traería consecuencias para México, se afectaría nuestro sistema financiero y produciríamos un brusco movimiento en los mercados internacionales, al romperse las reglas de su funcionamiento.
México pidió un préstamo para pagar los Tesobonos a EU, pero el Congreso rechazó la petición, pese a los riesgos. Bill Clinton entendió la magnitud del posible desastre y decidió vetar a su Congreso, tema político complicado. México, para asegurar el pago, debió proponer una fuente, ésta fue el IVA, de fácil cobro y menor elusión fiscal, y las cosas se dieron. No caímos en el temido “efecto tequila” como lo calificaron analistas de riesgo de mercados.
Los bancos habían tenido una época de bonanza con Salinas, su preocupación era colocar créditos, con un tipo de cambio de tres pesos por dólar, y una entrada de capitales importante. Si medías más de 130 cms y tenías más de 18 años, si entrabas a un banco, salías con una tarjeta de crédito. Mi chofer manejaba siete tarjetas de crédito. Todo mundo se endeudó a tasas variables para comprar casas, autos, pagar colegiaturas en escuelas privadas, viajar, en fin, nos sentíamos ya del primer mundo. Pero la realidad nos alcanzó. La laxitud de los bancos para préstamos, sin mayores garantías, causó que ante la escasez de dinero y el alza de tasas, los deudores no pudiesen pagar y perdieran su capital, pues los intereses y el principal, era mayor que el valor real de un inmueble adquirido con préstamo.
El problema fue que los bancos no podían recuperar los préstamos, pese a remates, tenían enormes lotes de autos, miles de casas y departamentos deteriorándose. La quiebra era una realidad y los ahorradores perderían sus ahorros colocados en los préstamos impagables. Recordemos las escenas de Argentina de personas desesperadas por recuperar su dinero y los bancos cerrados. Así, los deudores y los ahorradores perderían por igual y se paralizaría el mercado, el sistema financiero no emitiría instrumentos de crédito, en fin, una pesadilla. Zedillo y su equipo idearon el FOBAPROA para rescatar al sistema financiero y salvar a los ahorradores. Los banqueros quebraron y los bancos cambiaron de dueños.
Lo primero que hizo Zedillo fue regular a los bancos de forma estricta, su capitalización, la valuación de riesgos, su funcionamiento discrecional y se fortaleció la banca mexicana, a tal grado que la crisis hipotecaria de EU en 2008 no tuvo los nocivos efectos que pegaron en mercados. Emitió regulación para todo el sistema financiero, y de hecho el mayor logro fue remontar la caída del 7 por ciento del PIB y crecer de nuevo a tasas de 3.4 por ciento. Logró, además, blindar la economía de los trágicos cambios sexenales con sus crisis recurrentes. Ese ha sido un mérito que los mexicanos agradecemos.
Que fue costoso el FOBAPROA, lo fue; que hubo abusos, los hubo; que quizá hubiese otras salidas, no se vislumbraban en esa época. México salió adelante. En cinco años se utilizaron recursos públicos por poco más de un billón de pesos. Con AMLO se contrajo una deuda de siete billones de pesos y se financiaron obras inservibles. El Fobaproa salvó el sistema financiero mexicano y a millones de ahorradores. Las obras de AMLO triplicaron precios, pagamos por un aeropuerto que no se construyó, y solo benefició a sus socios e hijos. Hay diferencias.
Con Zedillo se avanzó con la autonomía del INE, con el padrón electoral y con un Tribunal Electoral parte del Poder Judicial para resolver pacíficamente controversias. Se reformó el Poder Judicial para darle autonomía e independencia y mejorar el sistema de equilibrio de poderes. Con AMLO y Sheinbaum todo retrocedió. Zedillo creó órganos autónomos para tomar decisiones informadas y técnicas sin que el gobierno ejerciera discrecionalmente funciones. Esto lo acabó la 4T.
Zedillo afirma que se acabó la democracia y vamos hacia una tiranía. Claudia Sheinbaum acaba de enviar su ley de telecomunicaciones para centralizar y controlar medios y redes, aunque dice que solo quiere retomar atribuciones del Estado, lo que atenta contra la libertad de expresión, de prensa, de privacidad, de seguridad y certeza, y otros muchos derechos humanos. Zedillo critica el retroceso sobre todo la elección judicial.
Y ¿cómo responde Sheinbaum? Con censura, no contesta un solo argumento, utiliza el poder del estado para perseguir a Zedillo y su familia. El ex presidente la reta en la transparencia y rendición de cuentas, pero Morena no investiga a Morena, la impunidad es característica de la 4T. Pide que se audite por despachos internacionales sin conflicto de interés el FOBAPROA y la cancelación del NAIM, el Tren Maya, Dos Bocas, el AIFA, desde luego Sheinbaum no lo acepta, dice que ya la Auditoría Superior de la Federación ya auditó, es cierto, y determinó daños al patrimonio nacional. Nada menciona al respecto de esos resultados o de penalidades a los responsables.
¿Cuánto costó Birmex? ¿Cuánto Segalmex? ¿Qué justifica los sobrecostos de las obras públicas de AMLO, legal y económicamente? ¿Cuánto se benefició Morena de su sociedad con el huachicol fiscal? ¿cuál es el sobrecosto del AIFA? ¿Cuánto va a perder el Estado con Mexicana de Aviación? ¿Los 8 billones de pesos en programas sociales que efecto tienen en avances de salud, educación o empleo? ¿Cuánto cuestan las Universidades del Bienestar y cuál funciona? ¿Por qué ya no se destinan programas para mujeres y el anexo 13 se usa para ayudas de bienestar? ¿Qué se hace para erradicar el feminicidio en México con promedio de 10 diarios? ¿Es cierto que se quitarán concesiones a medios de comunicación, como TV Azteca, como pide Taibo? ¿Habrá más concesiones para aliados a la 4T? ¿Será la posverdad el camino para orientar a la opinión pública? Estas cuestiones van más allá de lo que Sheinbaum discute con Zedillo, pero que todos nos preguntamos.
Por último, ¿la defensa de la soberanía implica acabar con la pluralidad, el pensamiento diverso y la libertad de expresión? Porque no somos soberanos en energía, ni en alimentación, aunque sigamos exportando exitosamente a EU. Acaso el presidente Trump tomará decisiones unilaterales sobre el combate al fentanilo. El decomiso de esta semana al pasar la frontera fue impactante, por su volumen y valor, y el desmantelamiento de redes de narcos que operan en EU. Ante estos hechos, cómo rechazar la cooperación y la colaboración entre ambas naciones. Claramente en México no se detectó el cargamento. Las causas las desconocemos, pero son los hechos los que preocupan. Y la violencia continúa.